04

3.3K 57 0
                                    

ʏ ᴅᴇ́ᴊᴀᴍᴇ ʀᴇᴄʟᴀᴍᴀʀ ʟᴏ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ʏ ᴅᴇ́ᴊᴀᴍᴇ ʀᴇᴄʟᴀᴍᴀʀ ʟᴏ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇ.
_______________________________________________

— ¡Silencio! —el golpe en la mesa asustó a todos los presentes. — ¡Llevas con nosotros cinco años! ¡Nosotros te sacamos de la pobreza ¿Y es así cómo nos pagas?! No mereces ni respirar nuestro aire. —su dedo índice se alzaba en la dirección de la persona que mantenía la cabeza agachada con los puños blancos del esfuerzo que establecía en ellos. Por otro lado, nuestro Jefe tenía la cara bastante roja gracias al enojo, pronto le saldrían canas si se seguía mantenido en esa línea.

Y, era debido a un error de números el por qué nuestro Jefe estaba echando humos por las orejas. El Señor Lee, conocido como Jefe o dicho por mi, lamentablemente mi marido, tuvo un error de cálculos y, como era él quién mandaba, no se le podía contradecir, por lo que culpó al pobre Señor Min que ni siquiera su trabajo en esta empresa estaba relacionado con los números.

Ante todos los presentes, tuve cuidado con mis movientos al acercar mi mano a su muslo para calmarle. Lee a veces era prepotente y directo y, pese a, que el Señor Min Yoongi estaba manteniendo la calma, no tardaría mucho en lanzarse sobre él para partirle la cara.

Sus ojos giraron en mi dirección y negué con la cabeza en una clara señal de: "Basta ya". Sin embargo, me ignoró por completo por lo que no me quedó de otra que hablar.

— Señor Min, puede retirarse, hablaremos de esto más tarde.

— ¡No! Tú de ahí no te mueves.—Lee alzó la voz para luego girarse hacia mi. — ¿Qué carajos estás diciendo, mujer? —mi lengua paseó por mi mejilla molesta por la situación. Para mi no era problema que me hablara así, al fin y al cabo siempre le ignoraba, pero delante de los empleados era distinto. — Estás despedido jodido idiota. Y tú, cariño, — me señaló. — no hables.

Entrecerré los ojos y abrí la boca en una mezcla de sorpresa y burla.

— Escúchame muy bien, imbécil. —me levanté de la silla y le planté cara. Sus ojos se abrieron y su ceño se frunció más. — Que no se te olvide que aquí la jefa soy yo. Tú solo eres un suplente en lo que yo consigo el título. Serás mi esposo, pero esta empresa es de mi familia y por ende, mía. Así que ni se te ocurra volver a hablarme así o siquiera mandarme a hacer algo. —golpeé la mesa copiando su acción. — El habernos casado no significa nada. —su mandíbula estaba tan apretada que pensé que pronto la rompería, pero ni siquiera me importaba. Observé, alegre con mi respuesta, cómo de a poco iba sentándose ante las miradas de los demás sintiéndose pequeño, intimidado.

》— Señor Min, usted no está despedido y le pido disculpas en nombre de esta persona aquí a mi lado por no poder admitir sus errores y echarle el problema a otras personas, en este caso, a usted. Puede tomarse el resto del día libre debido a las molestias.

Min Yoongi; Dirty ReactionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora