ও ʙᴀꜱᴀᴅᴏ ᴇɴ ᴅɪᴠᴇʀꜱᴏꜱ ʀᴇʟᴀᴛᴏꜱ ᴇʀóᴛɪᴄᴏꜱ ᴊᴜɴᴛᴏ ᴄᴏɴ ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ
⇏Este libro no pretende ni tiene la intención de ofender a nadie.
⇏Prohibida su copia u adaptación.
⇏+18.
⇏Pedidos abiertos.
El amor es una niebla que se quema con el primer rayo de luz de la realidad. – Charles Bukowski
— ¡Mira por dónde vas inútil! —los libros que habían en mi mano cayeron al suelo junto con mi cuerpo. Levanté la vista y nuevamente los vi a ellos, el pequeño grupo popular de natación que, como siempre me molestaban y que, como siempre, yo los ignoraba. Suspiré y llevé mi mirada a los libros para comenzar a recogerlos ignorando el hecho de las diversas risas que se escuchaban por el lugar.
— Perdona. —su tan conocida pálida mano posó en unos de mis tantos libros entregándomelo. Mis ojos conectaron con los suyos y pude ver en ellos el sentimiento de culpa.
— ¿Yoongi? —aquellos brabucones le llamaron interesados mirando su espalda. Era inesperado que me ayudara. — ¿Qué coño haces ayudando a esta estúpida?
Yoongi suspiró y cerró sus ojos. Al igual que él también los cerré y esperé a lo que sea que estaba apunto de venir. Con un <<Lo siento, pequeña>> golpeó mi cabeza con el libro para luego levantarse e irse con sus amigos chocando las manos.
El golpe fue algo fuerte, pero estaba acostumbrada a estos tratos desde hace tanto tiempo que se sentía familiar.
Caminé hacia mi taquilla asignada y guardé todo lo que anteriormente estaba en el suelo dispuesta a dirigirme a la azotea de la universidad donde no había nadie. El aire golpeó mi cara notablemente, pero no era molesto. La ráfaga de viento era algo tranquila, pero perfecta para el día tan caluroso que era hoy; las temperaturas últimamente estaban descendiendo y aumentando considerablemente.
— ¿T/N? —parpadee y dejé a un lado las clases del tiempo para concentrarme en el mentolado que había ingresado por la dura puerta oxidada.
— ¿Si, Yoongi? —caminé hasta sentarne en unos pequeños escalones que habían a unos metros de la puerta siendo seguida por él.
— ¿Estás enfadada? —quedé sin decir ni una sola palabra.
No era normal que tu propio novio te humillase delante de todos, pero claro, nadie sabía sobre nuestra relación. ¿Debería de estar enfadada?
— ¿Crees que es divertido ser el centro de burlas de tu propia pareja? —acaté sacando de la mochila una botella de agua. Ni me molesté en verle.
— T/N... yo l-
— Lo sientes, ya. —suspiré. — Me sé la historia Yoon, no te preocupes. —volví a dejar la botella en la mochila y me levanté hasta estar frente a él. — Siento que hayas elegido a esta inútil como novia. —observé como sus ojos se abrían mientras miraba al suelo incapaz de darme la cara. Volví a suspirar perdiendo la cuenta y me despedí chocando su hombro. — Adiós Yoon. —sin más, le dejé ahí a la espera de que volviera a por mi, cosa que no llegó a ocurrir.
