La guerrera celestial

Capitulo 1: El inicio de el fin

Es difícil perder tu vida y todo tal y como la conocías ¿No creen?, es difícil ver cómo todo lo que llevas construyendo durante toda tu vida se hace añicos, es difícil que un niño tenga que ha er de adulto por la circunstancia en la que encuentra ¿verdad?

Y lo que más rabia da es que ese dolor lo causa otra persona, en algunos casos personas ajenas a ti, en muchos otros son personas de tu entorno cercano o hasta muy directas, como tú madre, tu hermano, tu tía, tu pareja...

Entonces ¿Por qué extrañarnos de que otras personas nos intenten hacer daño? El ser humano se está llevando a sí mismo a la involución y perdición, cree que todo lo nuevo es avance mientras que las innovaciones excesiva solo son pasos de retroceso.
Un claro ejemplo es el avance de la tecnología, no dejaron de "avanzar" hasta que lograron llevar la humanidad al fracaso.

Todavía tengo el día marcado en la mente, era el 20 de octubre del 2030, la situación política era un desastre, económicamente la vida estaba muy cara, los alimentos como la carne, el pescado, u hortalizas pasaron de ser lo típico que te encuentras en la nevera a ser un lujo al que pocos tendrían acceso.

La situación económica era desastrosa, la guerra trajo consigo hambruna, la solidaridad brillaba por su ausencia, la humanidad se encontraba en una situación de supervivencia, era vivir o morir. Cada uno luchaba por conseguir una pequeña ración de comida al día, el robo y los actos vandálicos abundaban en las calles, todo esto por culpa de la política y la cobardía que presentaban los que por desgracia estaban al poder. Aún que la verdadera pregunta sería ¿Son los ciudadanos los que sirven a su gobernador o es el gobernador el que sirve a sus ciudadanos?

La vida ya no era como antes, esta era la triste realidad, sabía que mi vida jamás volvería a ser la misma, para entonces yo tenía 22 años, estaba en la flor de la vida no tenía grandes preocupaciones lo único que me importaba y que llenaba gran parte de mi tiempo eran mis estudios.

Mi mayor deseo era poder graduarme en la universidad, llevaba estudiando mucho tiempo para poder conseguir hacer realidad mi gran sueño de ser médica, había acabado los 5 años de carrera y mi meta cada vez estaba más cerca, solo me quedaba un año lo cual me animaba a poder seguir hasta el final.

Yo era la niña de mamá y papá, al ser hija única que digamos era un poco mimada.
A pesar de ello, aprendí a ser independiente, y sobretodo a ser una persona humilde.
Ese fue mi último año de carrera, ya acabando...casi en la meta... mi objetivo ya estaba allí en frente de mí...
Tenía tantos planes para el futuro, tantos viajes... tantas quedadas...tantos objetivos...
Uno de mis mayores objetivos era casarme con Zaid, mi novio y el amor de mi vida, era la mejor persona que jamás hubiera podido conocer, tierno, simpático, divertido, sensible... Y muy guapo además, lo conocí durante el segundo año de bachillerato, fue un flechazo por parte de los dos pero ninguno dio el paso por qué en ese momento teníamos otras prioridades, cómo por ejemplo graduarnos y entrar a la universidad.

Nos tocó en la misma uni, fue mucha casualidad, pero adivinad...¡Me encantan las casualidades! Bueno entonces no fue hasta el tercer año de universidad hasta que nos declaramos los dos. Fue una locura, pero adivinad...¡Amo las locuras! Desde entonces fuimos pareja, nuestros planes eran casi idénticos por no decir los mismos, nuestro objetivo era terminar la carrera, conseguir un puesto de trabajo, comprar una casa y casarnos.

Luego venía lo de viajar por todo el mundo conocer nuevas culturas...

Pero eso era mi sueño, la gran vida con la que soñaba. Cosa que no pude conseguir lamentablemente, quienes me conocen saben que no soy de las personas que culpan a los demás de sus problemas o se victimizan por no conseguir sus objetivos, pero este caso la culpa de mis desgracias no fue mía.

En un día normal y corriente como cualquier otro me quitaron todo, acabaron con todo lo que conocía, me arrebataron toda mi vida y lo que más quería que era mi familia.
En un día como hoy, acabaron con mis sueños, mis objetivos, mi futuro y la vida tal y como la conocía.