Capitulo 7: "Sonríe aún que tú corazón llore sangre"

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-¡Ya llegamos muchachos! (Dijo el conductor del furgón avisando a los pasajeros de atras) ir preparándose para bajar, en lo que nos abren la puerta meto el furgon y hos bajo.
Ya llegó el momento, esa iba a ser mi "casa" durante el tiempo que dure la guerra, tenía al niño dormido en mi regazo, tuve que despertarlo con pena pues estaba tan dormido que me daba pena fastidiarle el sueño, pero no había de otra pues ya habíamos llegado a nuestro destino, tener que despertar a un niño para ser encerrado es una de las cosas más crueles y duras que se puede llegar a experimentar en la vida.
- Vamos peque, ¡despierta cielo ya llegamos!
- (El niño a duras penas abriendo y frotándose los ojos) Qué... Mmm... ¿Ya llegamos? ¿Tan rápido?
- Si cariño, después de todo ese largo camino ya llegamos.
- Y ¿A dónde nos llevarán?
- Pues... No lo sé, supongo que a donde ellos elijan, pero tú no te preocupes de eso estaremos bien.
- Tengo miedo.
- No tienes por qué tenerlo peque, dios esta con nosotros y no va a dejar que nos pase nada malo.
- Pero no quiero estar solo con gente que no conozco.
- No lo vas a estar por que yo estaré contigo, no te separarás de mí.
- ¿Enserio? Jo, me recuerdas a mi hermana mayor.
- ¿Hermana mayor? ¿Tienes una hermana mayor?
- Si se llamaba Sara.
- ¿Y por qué no me lo dijiste antes peque?
- Por qué no sé dónde está, la última vez que la vi estaba en el cole.
- ¿Cuando paso todo esto estabas en el cole?
- Sí, se suponía que a las dos tenía que venir mi hermana a recogerme, pero como paso todo esto no la pude encontrar.
- Entiendo cariño, pero ¿tienes a algún familiar a parte de tu hermana?
- No, ella y yo estábamos solos, al no tener mamá ni papa ella salía para trabajar por la mañana cuando me llevaba al cole, y luego cuando salía me recogía.
- ¡Ay dios mío! Entonces ¿no tienes a nadie más?
- Tengo a dios.
- ¡Hay cielo! Mira, no te preocupes que voy a hacer todo lo posible para ayudarte a encontrar a tu hermana, ya verás como todo saldrá bien.
- ¿Me lo prometes?
- Te lo prometo.
En ese preciso momento se abrieron las puertas traseras del furgón y subieron lo que parecía ser dos enfermeros a este con ánimo de sedar a Zulaika.
- Señorita mi nombre es José y soy el encargado de su traslado a prisión, órdenes del coronel.
- Muy amable señor pero yo ya hablé con el coronel y le dije de prescindir de estos servicios, puedo cuidarme y valerme por mí misma.
- Estás han sido las órdenes del coronel y así las hay que cumplir señorita, ahora con su permiso la vamos a sedar.
- ¿Qué?... ¡¡No!!... ¡Oiga!
- ¡Muchachos vengan aquí ahora mismo! ¡Sujetadla que no se mueva!
- ¡¡No socorro...!! ¡¡Ayuda!!
- (El niño al ver la violenta escena) ¡¡dejadla en paz!! ¡No le hagáis daño es mi amiga!
- (Los supuestos enfermeros sacando al niño a la fuerza del furgón) ¡llevarlo a su celda ya! ¡Este no es lugar para niños! (Se llevan al niño dejando a Zulaika retorciéndose de dolor y angustia pues presentía que esos muchachos no tenían buenas intenciones para con ella) Ahora quédate muy quieta y calladita.
- ¡¡No lo toques dejad al niño en paz!! ¡Quítame las manos de encima! ¡¡Ayuda!!
Su voz se fue apagando muy lentamente gracias al sedante que le injectó el supuesto enfermero, allí en ese preciso instante se iba a cometer el mayor acto de cobardía que se podría cometer, una chica con una importante lesión completamente sedada e incapaz de defenderse por si sola, el único trabajo que tenían esos tres era el ponerme las esposas para trasladarme a mi celda, pero ellos quisieron ir más allá.
Desperté en una especie de jaula tamaño grande, con unos barrotes de color blanco y medio oxidados, me desperté tumbada en el suelo, estaba completamente sola, tenía las muñecas y los tobillos encadenados, no recordaba nada de lo que había pasado, solo podía sentir un fortísimo dolor por todo el cuerpo, estaba hecha polvo apenas me podía mover.
En ese momento recordé a aquel niño con el cual vine en el furgón, y con él al grupo de tres que vinieron a llevarme, en ese momento entre en estado de pánico cuando recordé que estuve sedada con esos tres a solas en el furgón. Lo primero que hice fue mirarme de arriba a abajo toqueteando me para ver que todo estuviera bien, hasta que vi sangre en el pantalón que llevaba puesto,no era sangre de la herida de la pierna ni nada de eso, había manchas de sangre por la parte de arriba de la pierna tirando para las inglés, mirándome con miedo de ver lo que tenía que ver solo podía sentir dolor en mi zona íntima, temblando y en pleno ataque de nervios, me di cuenta de que había sido violada brutalmente por esos sinvergüenzas.
Yo jamás había mantenido relaciones con ningun hombre y pues ver lo que vi me dejó completamente en shock, solo podía llorar y preguntarme desesperadamente ¿por qué a mí? En ese día acabaron con mi honor y orgullo, acabaron con una parte de mí, recuerdo que me quede llorando en silencio pues tenía miedo de que esos siguieran allí y que podrían hacerme daño.
Lloré como nunca antes había llorado en mi vida, solo podía pedirle a dios que todo eso fuera un sueño y que despertase lo más antes posible, llorando en silencio y con lágrimas de sangre en una celda desolada, con hambre, sueño y una lesión en la pierna, así estaba yo.
Empezé a pensar en las palabras que me dijeron esos tres cobardes, y entre las las pocas que recordaba caí en las que me dijeron al principio, sobre de que cumplían las órdenes del coronel, recordé ese momento de despedida que tuve con este en el cual me prometió un equipo paramédico hasta que sanará del todo, en ese momento pensé en dos hipótesis, la primera era que ese era el equipo que me mandó claramente y que desobedecieron sus órdenes por cualquier motivo e hicieron todo menos ayudarme, la otra hipótesis es que el teniente les haya ordenado hacerme daño como penalización por no querer participar en la guerra. La segunda opción la veía muy poco probable pues había hablado personalmente con el teniente y era muy buen hombre, mi única esperanza era encontrar a este para denunciar el abuso que había sufrido por estos hombres, de ese modo les haría pagar por los que hicieron para que nunca le vuelvan a hacer nada a ninguna mujer.
Al rato escucho aproximándose un grupo de hombres, sus voces me parecían muy familiares y entre ellas reconocí a la de el coronel. (Se acerca el coronel entre risas con los tres enfermeros que violaron a Zulaika, está se puso de pie rápidamente al ver al teniente, este se acerca a su celda y pide que la habran, proceden a entrar todos)
- ¡Coronel! ¡Gracias a Dios que está usted aquí! Tengo que decirle algo muy importante.
- ¡Zulaika! (Dándole una palmadita en la espalda) pero que tal estás, te presento a mis tres hombres de confianza supongo que ya los conoces (Le dijo a carcajadas con actitud burlona y chulesca mirando a los chicos)
- ¿Qué? ¡Sois vosotros pedazo de cabrones, que me habéis hecho! (Les dijo con ira intentando lanzarse sobre ellos para golpearles, cosa que no pudo hacer por qué tenía las muñecas y los tobillos encadenados, estos la retenían y le impedía tan siquiera tocarlos)
- ¡Quieta chica! Tranquila no te los vallas a comer.
- ¿Tranquila? Usted no sabe lo que me han hecho estos sinvergüenzas por qué de ser así usted mismo los correría a patadas.
- Hay Zulaika, pero que cabezona eres, cabezona y exagerada, lo tienes todo.
- ¿Exagerada? Estos sinvergüenzas me sedaron forcejeando para posteriormente abusar de mí.
- Jaja, pero que exagerada eres chica, te hicieron un favor.
- Pero se está usted escuchando señor, (Con lágrimas en los ojos y con la voz quebrada) ¡me han violado! Han abusado de mí, me han tocado, me han...(Rompe a llorar y cae al suelo)
- ¡Ay niña! no te pongas así (Con voz burlona el teniente le intenta secar las lágrimas entre risas con los otros hombres como símbolo de humillación hacia Zulaika, está le aparta la mano rápida y agresivamente mientras le miraba a los ojos con ira)
- ¿Por qué me hace esto, acaso no piensa hacerles nada por lo que me hicieron?
- ¡Ay joven e inocente Zulaika! Todo esto ya estaba planeado, yo les dije que hicieran contigo lo que quisieran, con la condición de no matarte, y pues bueno ya viste lo que pasó ¿verdad que sí chicos?
- (Los chicos entre risas respondieron) ¡claro que sí jefe! En estos tiempos de sequía cada uno tiene que mirar por su interés jaja. Zulaika cabe decirte que valla piernas que me traes, ese cuerpazo está hecho para ser usado jaja,
- Claro que sí chicos, ¿cuanto tocó para cada uno?
- Pues dos o tres veces cada uno, ¡es que buah que fantasía! Definitivamente es mejor cuando las chicas no habláis ni hacéis nada jaja.
- Ya escuchaste Zulaika jaja, estos quieren repetir eh, pero no antes de que yo lo compruebe.
- (Entre lágrimas y con rabia al escuchar esas sucias palabras que salían de la boca de eso sinvergüenzas, Zulaika comenzó a llorar y llorar de la impotencia) ¡por favor, déjenme en paz! ¿Que les he hecho yo para recibir esto?
- Bueno, ya sabes que te avise recuerdas, ya te dije que ibas a una cárcel no a un hotel, te dije que habría torturas, abusos etc ¿recuerdas? Pero bueno, empezaremos suave y relajadamente ¡Muchachos encadenadla bien que creo que se merece una muestra de lo que ya le decía! (El señor procede a acercarse a la chica con intención de abusar de ella, está entre lágrimas y entrando en estado de pánico)
- ¡No! ¡Otra vez no señor se lo suplico! Todo menos eso por favor. (Suplicándole de rodillas entre lágrimas)
- O te estás quieta o te tendré que parar yo. ¡Muchachos tráiganme el látigo que al parecer se me está poniendo rebelde está niñata!
(Los dos enfermeros que estaban allí presentes, empezaron a sujetar a Zulaika para encadenarla a un pilar que estaba allí mientras que su otro compañero fue a traerle el látigo al coronel)
¡Ajustarle las cadenas! No quiero que se mueva, te vas a enterar tu hoy, si no me dejas hacerlo por las buenas lo haremos por las malas.
- ¡Socorro! ¡ A...ayuda! ¡Por favor suéltenme!
- Tú lo buscate, ¿estas preparada? (Le dijo sarcásticamente)
- ¡Nooo por favor!
(El teniente comienza a azotarla muy duramente en la espalda mientras le decía "cuando te doy una orden la obedeces sin rechistar" sin compasión alguna el teniente azotaba una y otra vez a Zulaika, esta lloraba y gritaba del dolor pidiendo que parase pero no le servía de nada pues este no tenía intención de parar hasta que no le quedarán fuerzas para poder resistirse a ser violada)

No paró de golpearme hasta que no vio que empecé a sangrar y ya apenas hablaba pues ya me había desmayado del dolor, cuando dejó de azotarme ordenó que me desataran y que me pusieran boca abajo en el suelo, ya hos imagináis para qué, me violó, lo peor de todo es que esa vez si estaba consciente y lo viví todo, no fue como cuando abusaron de mi en el furgón que yo estaba sedada, esta vez tampoco me podía mover pues tenia toda la espalda al rojo vivo, no podía moverme además de que sabía que si me oponía otra vez, acabaría golpeándome otra vez así que decidí guardar silencio e intentar pedir ayuda a dios. Luego recordé que Allah todo lo ve y que castigaría a esa gente por hacerme tremendo crimen, entonces fue allí con lágrimas en los ojos cuando empezé a sonreír por qué sabía que Allah estaba conmigo y que me ayudaría.

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