.ೃ 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹 ༘
Tras la separación de sus padres, Kim Seungmin se ve obligado a mudarse junto a su madre al campo. Durante sus diez años de vida, Seungmin había sido un adicto a los videojuegos; pero su nuevo hogar está exento...
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“Huella inmarcesible”.
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Seungmin comenzaba a preocuparse. Pasó una semana desde la última vez que había tenido un encuentro con Jeongin. No quería estar preocupado. De todo corazón, no quería ponerse paranoico y pensar que Jeongin había desaparecido otra vez. Quería darle su espacio. Por eso, durante la primera semana, esperó pacientemente a que regresara por su cuenta. Pero eso no pasó. Inevitablemente, empezó a imaginar toda clase de cosas, así que lo buscó. Lo buscó en cada rincón del bosque. Diariamente, iba a inspeccionar si estaba allí. Pero jamás encontró absolutamente nada. Jeongin parecía haberse desvanecido, como si las memorias que habían creado juntos después de mucho tiempo no fueran más que invenciones suyas. Derrotado, Seungmin visitó el bosque. Con la última esperanza en su corazón, lo hizo. Y encontró respuestas, mas no las que deseaba.
—¿Minho? ¿Eres tú? —preguntó Seungmin, al ver pasar a Minho, de repente, cerca de él. El pelinaranja se detuvo.
—¿Seungmin?
—¿Qué está pasando? ¿Por qué parece que Jeongin ha desaparecido? —preguntó con una presión en el pecho. Era su última oportunidad para saber qué le había pasado a Yang. Minho agachó la cabeza con una expresión melancólica—. ¿Le pasó algo malo? ¿Es eso?
—Seungmin, por tu culpa, Jeongin fue condenado a muerte.
—¿Qué? —Incrédulo, Seungmin buscó la mirada de Minho—. Estás de broma, ¿verdad?
—Imbécil, jamás bromearía con algo así —increpó Minho, con ira—. Jeongin fue condenado a muerte por violar las lleyes más importantes que aseguran la protección de nuestra manada: Jeongin traspasó los parámetros impuesto al salir del bosque, aún peor, entabló relaciones con humanos.
—Qué... —Las piernas de Seungmin flaquearon y terminó cayendo al suelo—. Entonces..., ¿Jeongin está... muerto?
—Por suerte, no —expresó Minho, y Seungmin volvió a respirar—. Afortunadamente, su padre logró impedir su ejecución. Para ello, renunció a su cargo en la manada y su familia fue desterrada. La verdad es que yo tampoco he vuelto a ver a Jeongin y supongo que, si no sabes nada de él, es porque decidió permanecer con su familia y no regresar nunca más al mundo terrenal.
—Entonces... —Seungmin, perplejo, miraba sus manos mientras unas discretas lágrimas se deslizaban por su mejillas—, ¿Jeongin no va a regresar jamás?
—Mira, Seungmin. —Suspiró—. Yo bien les advertí que lo de ustedes no tendría futuro. Les advertí que en algún momento serían obligados a separarse.
—Lo sé, pero... Aun así, no puedo renunciar a él. Yo amo a Jeongin, y él también me ama.
—Seungmin, entiende que no hay nada que puedas hacer. Jeongin nos ha abandonado a todos. Se ha marchado y no piensa volver.
