III

2 0 0
                                    


Damiano da una leve sonrisa para dar la vuelta y cruzar la puerta de ese recamara

Anelisse divisa como sale de la habitación y se va

Y que se suponía que debía hacer ella, sentarse y perder el tiempo merodeando?

La ansiedad y la angustia la carcomían

Cómo podría ella quedarse allí?

Ella no era lo que él era, ella tenía una familia y alguien que la esperara. Ni siquiera sabía lo que era él, todo era tan confuso.

Quita el abrigo de sus hombros quedando solamente en su vestido blanco victoriano

Era una buena recamará, parecía un lugar hecho especialmente a la medida de la realeza. Una enrome cama con 2 buros a los lados que adornaban con una lámpara en cada uno, un tocador con un ramillete de rosas rojas secas. Dejando de lado el enorme piano, al lado derecho de la habitación había un enrome ventanal que poseía las más bella vistas del majestuoso patio.

Podía divisar árboles frutales, en medio había una enrome fuente rodeada de rosas. Era una combinación bella de naturaleza junto con la tenebrosidad de la noche. Lo único que le daba luz era la luz de la luna

Anelisse suspira poniendo su mano derecha en el vidrio del ventanal para después sentarse en el asiento pegado al ventanal y recargar su cabeza en este

Qué haría ahora?

Camina hacía la cama en donde divisa el collar plata que le había brindado su padre

Lo toma y lo coloca en su cuello con la ayuda del espejo del tocador. El lugar no poseía luz por lo que la luz que había era de la luna o las largas velas.

Anelisse toma una de las velas de la pared y comienza a caminar por los pasillos. Había muchos cuartos y cada uno tenía su toque especial, algunos tenían solo sillones, otros (pinturas de lienzo, esculturas en piedra, armaduras, enormes jarrones y otras cosas)

Entra a una que llama su atención en especial. Esta es de cristal y se encuentra en el primer piso, es una capilla de vidrio que tiene muchas flores por todo el lugar

Comienza a caminar entre los pequeños recovecos admirada por la gran variedad de plantas

-Pero vaya que si eres curiosa

Escucha un siseo

Gira su cabeza hacia la entrada y divisa a Damiano frente a ella parado con las manos dentro de sus bolsillos

-Lo lamento, es solo que no sabía qué hacer. De hecho no sé qué hacer, dijo que estaría aquí pero la cabeza está matándome, que pasará con mi imagen a mi familia? Qué se les dirá?

Anelisse dice rápidamente

-Eso es lo que te preocupa? Que no te encuentren al día siguiente? Probablemente te darán por perdida

Damiano camina hacía una flor morada que estaba justo al lado de Anelisse

-Es una flor muy bella, tan bella que puede terminar con tu vida en menos de un minuto. Está junto con las demás por que merece ser vista por su belleza y eso no hace que la confundan. Ella sobresale entre todas pero sabes que si te metes con ella no saldrías ileso como con las demás.

-No entiendo

Réplica

-No pretendo que sea entendible. Puedes andar por el palacio pero escúchame bien. No confundas eso con libertad.

-Por qué me quiere aquí? Por qué no dejarme ir?

Anelisse se abraza a si misma con sus manos

-Has roto una de mis tantas reglas. Si tanto querías entrar pues ahora te quedarás aquí.

Damiano da la vuelta y detiene un poco sus pasos

-Siempre he estado ahí, solo que nunca se han dado cuenta.

Una idea llega a la cabeza de Anelisse

-A cambio de que deje irme prometo volver todas las noches

-Volver todas las noches Anelisse? Y qué me garantiza que volverás?

Anelisse quita el collar plata de su cuello y se lo entrega en la mano a Damiano

-Mañana volveré por él. Lo prometo

Damiano dirige su mirada a su mano que yacía ahora con el collar de Anelisse

-Su majestad sé que ha estado mal pero no puedo hacerle eso a mi familia. Libéreme por el día a cambio de mi libertad por la noche

Damiano duda un poco y termina accediendo

-Bien, la recámara en la cual estabas se te ha designado. No olvides que eres la única a la que le he otorgado vagar por aquí. Todo lo que pase y tu presencia la sabré. Después de todo soy el amo del palacio.

Da la vuelta y se pierde entre los pasillos

Anelisse levanta un poco su vestido y camina hacia su recamara

Toma la flor marchita del tocador, parecía realmente una flor vieja. Sus hojas estaban completamente arrugadas pero se negaba a desprenderse del tallo

Al recostarse en la cama cae en un profundo sueño

----

Al momento de abrir los ojos Anelisse se da cuenta de que ya no se encuentra en la habitación del palacio sino en su recámara

Se preguntaba cómo había llegado hasta allí si no recordaba haber abarcado el camino de regreso

Damiano la habría traído?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DamianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora