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-Como decía, es mejor valorarlo desde fuera

Una tarjeta de pocker volaba sobre la cabeza de Anelisse con gran velocidad

-Tienes razón Elisa, lo haremos para ver cómo nos consumen poco a poco

Elías rueda los ojos notoriamente

-No estaríamos en esta situación si me hubieras escuchado desde un principio Elías

Por un momento la mesa se queda callada

-Anelisse cómo va la tercera parte de esa bella sonata con la que no dejas dormir?

Voltean a verla unos segundos

-Bien supongo, solo falta poco para terminarla

Elisa prueba el último bocado de su platillo y voltea a verme con interés

-Hoy iré al palacio de Barbrow a tomar unas cuantas medidas, dice el encargado mayor que necesitan cambiar cortinas

Elías voltea a verla expectante

-Patanerías, ese palacio lleva cerrado al público 6 meses y cuando lo abrían a visita solo se permitía 1 hora. Es como una enorme bodega militarizada, te cortarían una mano si llegaras a tocar la esquina de un sofá

-Se dice que el Rey al fin ha pedido un cambio de color. Ha llevado desaparecido tanto tiempo, nadie sabe dónde está. Solo recibimos sus órdenes. Es mi Rey y yo trabajo para la corona Elías

El mayor arruga el ceño y niega


-Una trágica historia dentro de un palacio de museo


Anelisse acompañaba a su madre al palacio de Barbrow, ella seguiría con el negocio familiar por lo tanto debía aprender lo más que pudiera

Los caballos ya habían avisado su llegada al palacio

De entrada tenía un portón enorme de color negro con la letra B en medio

Habían soldados en fila parados sin parpadear

Anelisse baja del carruaje de la mano de su mamá. El palacio era enorme y de color blanco

Era una majestuosidad para el ojo humano

Mediante iba entrando iba sintiendo la magia del lugar

Enromes candelabros, paredes enormes talladas con pintura de Oro, ventanales que median una pared, fotos, arte por doquier.

Era como estar en un sueño, era como una historia intacta.

Como si nunca hubieran pasado los años

Como si él aún viviera ahí

Mientras caminaba recorría con la punta de sus dedos las cosas

Se separa un poco de su madre y recorre varías habitaciones. Llega a una en especial

Hay una cama enorme, al lado de ella una chimenea que tiene sobre ella una bola de vidrio con nieve.

Anelisse se acerca curiosa y toma la bola entre sus manos para poder verla mejor, escucha como su madre y el guardia van acercándose y rápidamente deja la bola en la cama para salir corriendo e incorporarse con ellos sin darse cuenta que la cadena que llevaba en su bolso había caído en ese cuarto.

El guardia las sigue cerca mientras le da instrucciones a su madre acerca de lo que se debe hacer

-Pero porfavor, porfavor no toque nada, no mueva nada y que apenas se note su presencia del trabajo

Su madre sin entender voltea a ver al guardia para que siga hablando

-Él se enojaría muchísimo al ver que hay gente dentro del palacio, detesta que toquen algo o que tan siquiera pisen dentro. Solo ha pedido cambio de persianas

Anelisse siente su estómago revolver

Su madre toma unas cuantas persianas y comienza a colocarlas. Al momento de pasar frente la enorme escalera se da cuenta del enorme retrato que hay en ella

Era él

Cataño, con sus ojos miel, cejas pobladas y armadura gruesa

Conforme caminaba sentía como sus ojos las seguían

Era un palacio solo, completamente subrrealmente bello y delicado. Parecía que cada cosa estaba tallada a mano.

El rey rendía a su palacio, habían muchas historias pero ninguna era confirmada

Al terminar el guardia las compaña hasta la salida

-Se los agradezco, cualquier cosa me comunicaré con usted Elisa

Elisa asiente

-El gusto es mío por haber sido llamada

El guardia se dirige a Anelisse

-A usted también se lo agradezco

Anelisse sonríe

-Como ha dicho mi madre, nos sentimos agradecidas por el trabajo que nos ha proporcionado, son tiempos difíciles.

Salen de ahí y vuelven a casa 

DamianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora