ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙

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Su historia favorita era la cenicienta, adoraba que a pesar de los abusos de su madrastra seguía persiguiendo su sueño

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Su historia favorita era la cenicienta, adoraba que a pesar de los abusos de su madrastra seguía persiguiendo su sueño.

— Mike ¿Todo bien? — Una mujer de corto cabello rubio lo llamo, trayendo lo al mundo real.

— Si, todo bien — Se sentó en los cojines que anteriormente estaba recostado.

La mujer rubia adelante suyo que conocía desde hace cuatro años y poco más, cuando ella apenas trabaja como asistente de bibliotecaria soñado con abrir su propia tienda y el un adolescente que se había acabado de leer todos los libros de su biblioteca.

— Ella, ya está aquí... — el claxon de un auto sonó afuera de la caravana biblioteca, se quejo y se desplomó entre los cojines —Vamos, se más positivo... —

— Positivamente esto es una mierda — Rechisto entre los cojines, la mujer intento esconder su desagrado por escuchar esas palabras, lo cual logro. Siguió intentando convencer al más joven de que esto es una buena idea.

— Por fin estudiarlas fuera de casa tal vez  hagas amigos y ¿Quien sabe? Tal vez te guste esa escuela — Dijo mientras recogía los libros que estaban regados por la caravana.

El castaño se sentó de nuevo aclarando lo que la mujer habló.

— Primero que nada. No es una escuela es un internado — El también ayudo a recoger los libros que tenía tirados — Dos, no necesito amigos — la mujer volteo los ojos y separó algunos libros de la pila que tenía —Y tres. Ya terminé todos mi estudios, estoy a menos de un año para tener 18, esto... ¡Esto es innecesario! — Chilló al decir lo último.

Sabía que iba solo para repasar todo lo que aprendió, cambio de tutor muchas veces, algunos no soportaban su personalidad, otros se tuvieron que ir, otros simplemente no enseñaban. No todos firmaron sus papeles de enseñanza por lo que tendría que pasar por un año de repaso antes de ser un adulto. Si... Lo odiaba. También sabía que era una persona sumamente inteligente. Aprende rápido y le gusta aprender más cada día, aunque no lo parezca. Y tenía que admitir, tal vez si tenía un poco de miedo. Tenía miedo de no poder hacer un amigo, tenía miedo de lo que podría pasar, de las personas que se encontraría.

𝔼𝕝 𝕀𝕟𝕥𝕖𝕣𝕟𝕒𝕕𝕠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora