Prólogo

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Saqué un paquete de cigarrillos, y encendí uno de ellos.

-¿Tú fumas? -me preguntó el pelinegro
-¿No lo ves Walker? -digo soltando el humo
-Pues hasta que no te dejes de juntar conmigo no volverás a fumar -me dijo arrebatándome el cigarro con el paquete
-¡Eh! -digo haciendo el amago de cogerlo- Devuélveme eso Walker, cuesta un riñón.
-Más razón para que lo dejes, pérdida de dinero innecesaria, esto solo te mata tonta, si quieres desperdiciar tú vida que no sea con esto al menos.
-Eres un imbécil, como si tú nunca hubieras hecho nada malo.
-Claro que lo he hecho, ¿pero esto?, esto es una estupidez. Esto no te va a ayudar Abril.
-Tu no me conoces.
-Pues déjame conocerte Abril Gray.

Me giré hacia él, contemplando su perfil, ¿en serio iba a dejarle meterse en mi vida?, eso tendría que pensarlo.

-¿Qué miras? -dijo girándose extrañado

Su pelo se movía por la ligera brisa, una pequeña sonrisa se me escapó de mis labios, me volví a mirar otra vez la apuesta de sol.

Déjame conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora