Paralelas

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Existen muchos tipos de relaciones de un algo con otro algo. Vivimos en un mundo que se rige por una serie de leyes que dictan las reglas del juego, lo conocido o lo que está por conocer, en vista de la necesidad humana de darle un nombre, un significado, una definición a todo.
Una recta paralela a otra es, en la teoría más sobria y académica posible, un concepto matemático-lógico-espacial. Dos líneas sin principio ni fin que siguen la misma trayectoria en distintos puntos sin nunca encontrarse. Lo que sucede es que cuando estos conceptos de desprenden de los cuadernos y cobran un sentido mucho más abstracto se convierte en algo sin explicación, acaso algo paranormal (entendiéndose paranormal en el sentido más estricto de la palabra, algo sin explicación científica. Al margen de lo normal.)

Mi trayectoria es un camino borroso de personas, sustancias, vivencias y de llegar a la cama solo una vez más. Una cama que es más una torre, un bastión donde me resguardo de las tormentas, un refugio de fuego, un palacio de hielo. Una cama que es todo lo que he tenido y al mismo tiempo todo lo que quiero olvidar. Desde aquí arriba veo las estaciones pasar, pensando, reflexionando siempre sin dar el paso que me acercará más a el final de mi destino.

Entonces una noche en mi trabajo de mesero en aquel bar conocí un hada y lloré por primera vez. Que ya no se droga porque no siente nada. Que ya no ve a nadie a los ojos porque la vergüenza le gana. Que ya no es ella sino que es lo que hicieron de ella. Ven a mi cama a refugiarte conmigo. No es mucho pero es un lugar sin espacio ni tiempo, aquí soy el pequeñísimo rey de un país de sueños, estás invitada a formar parte de él. No me invites a cigarros si te vas a ir, si me invitas, asumiré que es porque te vas a quedar y te voy a arreglar mi cama para que duermas y pueda arrullarte en esta noche tan fría. No soy capaz de tocarte de otra manera más que la de un protector preocupado, criatura de la noche. Aquí no existen ninguna de esas sombras que te acosan, pelinegra, por mi puerta no pasa nada que yo no quiera, por eso estás aquí, por eso estoy aquí, por eso estamos, por eso somos. Mira la luna a través de los barrotes, mira el cielo y encuentra la misma paz de cementerio que encuentro yo, que es la única que existe. En el cielo solo hay sirvientes, en el infierno solo hay esclavos, es aquí en el mero medio donde somos verdaderamente libres, donde tenemos que lidiar con las consecuencias de lo que hacemos o huir. La una o la otra, son soluciones. Ya no llores más ángel de cristal, que te lo juro que él no va a venir para acá.

Entonces la noche pasó y ella dormida a mi vera, y yo con una lucecita prendida viendo como su respiración coloreaba de arcoiris todo alrededor. Al día siguiente se fue en la mañana muerta de la vergüenza y con ojeras, pero yo le dije que podía volver siempre, que aquí ella era parte de la familia. Que siempre me podía encontrar en el bar sirviendo tragos y que siempre salía a las tres de la madrugada. Yo dormí el resto del día y me fui al trabajo, esperando ver esa noche su rostro una vez más, el único rostro puro, limpio de maldad, magullado de traiciones, ensombrecido por el miedo. Pero no fue esa noche, ni la siguiente, ni volví a verla. Entonces me olvidé de ella como uno se olvida de las lindas casualidades. Un año después, aunque mi castillo seguía siendo el mismo, yo ya estaba cambiado de energía y con una nube negra por encima. Una noche un rostro que tenía rasgos similares a aquel ángel se sentó en la barra, por un momento pensé que era ella pero al enfocar la vista, la decepción me ganó cuando me di cuenta que no era. Sin embargo ese rostro me veía con una intensidad de inspector, entonces le pregunté que si todo estaba bien conmigo. Ella me dijo que era la hermana menor de aquel ángel de cristal. ¿Qué fue lo que hiciste Daniel? ¿Por qué ella me habló tanto de ti hasta la noche antes de que se lanzara por la ventana? Aquí el tiempo se fracturó frente a mis ojos y yo me di cuenta de la situación. Ella no iba a volver porque ya no estaba en el mismo universo que yo, había viajado al otro mundo tomando como vehículo un piso doce y la combinación de droga con miedo de que su novio la encerrara de nuevo en su casa por un fin de semana. Desde entonces me di cuenta que esa muchacha estaría en el otro extremo de la línea sin fin, el espectro que me acompañaría por el plano que recorreré.

Creo que esa fue la única vez que mi fría torre tuvo un huesped. Un huesped que quedó retumbando adentro de estas paredes y al sol de hoy todavía recorre mis pasillos como un alma que quedó penando. Ahora no camino solo aunque sea un solitario porque siempre estarás aquí, porque mi cama todavía tiene la forma de tu cuerpo, porque huele todo a ti, porque no permitiré que nadie más entre a ensuciar lo que tú dejaste.

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⏰ Última actualización: Jan 07, 2023 ⏰

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