BABY CONTRATO

03-🍊

 Pequeños pasitos se escuchaban en el pasillo del departamento, al mismo tiempo que se dejaban escuchar tiernas risillas que hacían sonreír entre sueño aquel castaño que aún permanecía acostado en su cama – tío yun...gi – el tartamudeo lloroso del menor hizo que el cuerpo del alfa se levantara de pronto para mirar aquellos ojitos aguados, junto a un notable puchero del cachorro quien no dudo en correr hacia su mayor – tío...holly es malo – los ojos del blanquecino se posicionan hacia el pequeño perrito que giró su cabeza sin entender lo que pasaba – yungi, mira – elevó su peluche de tigre y este esta con la pata descocida, en ese momento el alfa entendió lo que ocurría.

- ¡oh!, ya veo. Creo que hay solución para eso – sonríe al ver los ojitos brillosos del contrario, quien no tarto mucho y le entregó el peluche a su mayor, este lo tomo para después colocarlo en la mesita de noche – dejemos esto aquí, primero iremos a ver a papá Jin y al volver lo reparamos juntos, ¿sí? – Tae asintió emocionado.

Cuando Yoongi termino de bañar al cachorro, lo dejó sentadito en la sala para que se entretuviera con las caricaturas del televisor, mientras él se iba a vestirse rápidamente o se haría tarde para su cita con el doctor Jeon para que siguiera con el tratamiento, aunque sigue creyendo que esa idea era patética pero aun así no le parecía mala idea de poder tener un cachorrito en el futuro – Tae, cachorro. Es hora de irnos – el niño se levantó al instante y tomó su mochila de gatito, para correr hacia su hyung, quien solo ríe ante lo ocurrido, al mismo tiempo que le pone un cálido gorrito y una bufanda, cubriéndolo del potente frío que estaba haciendo tras la llegada del invierno.

Tras la corta caminata desde el departamento hacia la cafetería en donde había dicho seok-Jin que iba a estar, al llegar el niño corrió a los brazos de aquel peli morado, quien sonríe y atrapa el diminuto cuerpo de su hijo para después llenar sus mejillas con besitos – papi, te extrañe mucho. ¿Dónde está papá Nam? – el mayor desordena los cabellos del menor para después responder a su pregunta -- ¿después podemos ir a verlo?, papi – sin asintió ante la petición.

- Gracias por cuidar a Tae – el castaño solo negó con una sonrisa, a él le fascinaba pasar tiempo con el menor, ya que no lo hacía sentirse solo en ese frío y desolado apartamento, con aquellas risillas aniñadas que calentaban su corazoncito o hacían aullar a su lobo – toma, preparé esto para ti – el delicioso aroma a manzana inundó sus fosas nasales, haciendo que su pancita rugiera por el hambre que tenía –

- Muchas hyung, ahora si me debo de ir o llegaré tarde a mi consulta – el mayor solo asintió al momento de cargar a su hijo en brazos, quien agitaba su manito para despedirse de Yoongi, este solo sonríe y desaparece de la vista de los presentes.

El corazón de Yoongi latía con rapidez, tras la agitada corrida que se dio hasta llegar al hospital y ahora estaba sentado en una de las bancas frente al consultorio del doctor Jeon, quien salía con uno de sus pacientes, que al mirar al blanquecino le regala una sonrisa para después despedirse de la otra persona – Joven Min, pensé que no venia – el castaño se levantó al instante y negó aquello  – Bien, pase por favor – dando un respiro profundo, el más pequeño se adentró al lugar, escuchan las mismas indicación que le daba el doctor en cada cita que tenía, hasta se lo había aprendido de memoria --