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El cuerpo cansado del omega cayó directo en la cama al mismo tiempo que dejaba salir un suspiro sintiendo algo de alivio al estar en aquel cómodo silencia de su apartamento, nadie le advirtió que ser hijo y heredero de la manada más importante de todo Seúl iba hacer así de pesado, claramente no sabía si odia ser un omega o que sus padres se metieran en su vida amorosa, al querer emparejarlo con cualquier alfa que les parezca atractivo para él – Enserio Jin. Esta es la quinta cita que tengo en este mes y ya no puedo más. Si tan solo vieras la manera en la que me tocaba las piernas el maldito infeliz ¡Ahg! ¡Se lo tenía merecido el golpe que le di! – Una fuerte risa se escuchó tras el teléfono haciendo que el muchacho soltara un gruñido.

- Ya, ya, es que en verdad me dan risa tus anécdotas que me cuentas con cada alfa que tus padres te buscan para citas a ciegas. Pero eso no quita que el idiota se merecía el golpe, aunque creo que te excediste un poquito al estamparle el zapato en la cara, Jimin.

El omega comenzó a reír al recordar el gesto que tenía el hombre al darle la patada en el rostro, al parecer las clases de karate que tomó fueron utilices – Bueno, eso sí – afirmo lo dicho por su amigo – Mejor cambiemos de tema, y ¿Cómo está el pequeño Tata? – pregunto al comenzar a dibujar formas imaginarias en la pared del techo.

- Él está bien, pero ahora Tae está con un amigo de Joon. Es que hoy comienza su celo y su aroma es un poco fuerte para ser olfateado por un cachorro – Jimin entendió a lo que se refería, hay cachorros que les fascina el aroma de su padre ya sea que esté el celo o no, pero otros suelen ser muy sensibles a ello -- ¡oye! Aun no me has dicho que salió en la prueba de fertilidad qué te hiciste esta semana -- en ese momento el cuerpo de él omega se levantó de pronto, al parecer se le había olvidado ese detallito.

Jimin se quedó en silencio por unos segundos, hasta que dio un grito --¡Por dios, lo he olvidado! – La voz en forma de regaño de su hyung se escuchó en ese instante al saber lo despistado que puede ser el omega con esas cosas -- ¡ya hyung!, es que esto de trabajar en la cafetería y las tontas citas, se me olvido ese detalle, pero mañana temprano iré a recogerlas. Aunque no me preocupo por el resultado, soy un omega Park y estoy seguro que tendré un resultado favorable – Aquella seguridad le daba miedo al mayor, porque aun cuando pertenezcas a una manada con los omegas más fértiles, eso no te daba tanta probabilidad que el resultado sea positivo y eso era peligroso, más cuando eres hijo del líder y debes de darle un próximo heredero a la manada – Bueno, me tengo que ir Hyung, pero te veo en la cafetería.

- Bien Minnie, cuídate y suerte

Dando un respiro profundo, dejó el celular en la cama para levantarse e ir por unas cuantas prendas de su armario y así poder tomar un refrescante baño antes de dormir, porque estaba seguro que mañana será otro día agotador para él. Con pasos lentos se encaminó a la ducha para así comenzar a quitarse cada prenda de su suave cuerpo y luego sentir la tibia agua humedecer cada parte – ¡Maldita sea! ¡¿por qué no hay ningún alfa que no sea tan jodidamente estúpido como los que eh conocido?! – grito al recordar las idioteces que pasaba en cada cita que tenía, pero en este último que tuvo, tras la discusión que hubo no pudo averiguar de dónde provenía aquel dulce aroma a leche y galletas.  

  

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