No tan heterosexual ♧ SungJake

♧ 13

Todas las miradas se posaron en "ella", a penas cruzó la puerta del instituto, todos y cada uno de los presentes dirigieron su atención a la nueva. 

Sintiéndose muy pequeño debido a las miradas intensas que algunas chicas le daban, y muy pero que muy nervioso, pensando que se podrían haber dado cuenta de que era un chico y no una chica; Jaeyun pudo sentir un escalofrío recorría su espina dorsal. Nada más imaginar el peor de los escenarios le aterraba. ¿Qué estaba haciendo?¿Valía la pena?

Tampoco faltaron algunos piropos o chiflidos por parte de algunos chicos hacia su persona, Jayoon no pudo evitar sonrojarse ante esto, bajando la mirada levemente al suelo tras escuchar que le habían dicho que era muy hermosa y bonita, ¿Sunghoon pensaría lo mismo de ella?, se sentía patético pensando aquello, ¿Sunghoon sentiría asco cuando descubriera que siempre había sido él solo que vestido de chica?, Jake sacudió levemente su cabeza, deshaciéndose de todas las preguntas que inundaban su mente, el australino solo deseaba no toparse con el menor por el momento. Bajando su mano hasta la parte baja de su falta, tomó una parte de esta, jugeteando con el borde de la falda para tratar de ocultar su nerviosismo. 

Al doblar el pasillo, debido a los tacones que le pidió a Minji que no le comprará, por que no sabia caminar con ellos pero que a la chica le valió un pepino lo que le dijo, por que termino comprándoselos, diciéndole que no eran tan altos como los que ella normalmente utilizaba, Jake casi tropieza. 

No osbtante, aunque Jaeyun no se tropezó, si que chocó con alguien, unos centímetros más altos que él, haciendo que gracias a los benditos tacones que traía puesto, casi se cayera al suelo de culo. Esperando a que su trasero se estampará contra el duro y frío suelo, pudo sentir como el chico con el que habñia chocado lo tomaba suavemente de la cintura para evitar aquella penosa caída. 

Jake por el miedo a caerse, colocó sus brazos alrededor del cuello de aquel joven que desconocía, abrazándolo fuertemente, mientras sus ojos permanecían cerrados por el susto. 

— ¿Estás bien? —preguntó en un susurró el chico, muy cerca de su oído, erizandole la piel por completo. 

Jayoon al darse cuenta de que aún tenía abrazado al chico, se separó rápidamente de él, deshaciendo el abrazo, miesntras lo miraba con un rubor en sus mejillas. Por instinto, el australiano baó su cabeza avergonzado.

— Sí... Y-yo... Gracias. 

El pelirosa sonrió ante lo adorable que era la chica, se veía tan avergonzada y tímida. 

— ¿Cómo te llamas? —preguntó acercándose a ella, miebtras la tomaba del mentón, levantándolo para que lo mirará. 

— S-Sim Jayoon... —respondió con algo de miedo.

— Lindo nombre —alagó— Me llamo Lee Heeseung, es un gusto conocerte, preciosa —sonrió coqueto el chico— ¿Eres nueva?. 

— S-sí —dijo. A pesar de que conocía la escuela como si fuera la palma de su mano, debía de actuar como si no lo fuera— ¿M-me puedes llevar hacia la dirección? —preguntó, tímida. 

— Claro que sí, preciosa —dijo. 

Tomando la mano de Jayoon, Heeseung comenzó a caminar, guiándola hacia la dirección.

— Si necesitas algo más, no dudes en buscarme —dijo, regalándole una sonrisa— Nos vemos luego, bonita. —el pelirosa se despidió con un gesto de manos, para después darse la vuelta e irse hacia su clase. 

Jake seguía pensando en lo dulce y amable que había sido el chico con él, incluso recordaba haberlo visto algunas veces con Sunghoon, pero jamás había tenido la oportunidad de hablar con él y por lo que se pudo dar cuenta, era un gran chico.

Jaeyoon se quedó unos segundos mirando hacia al frente, por donde Heeseung se había ido, cuando escuchó una dulce voz, llamándolo, pestañeó varias veces, saliendo de sus trance, para darse la vuelta y encontrarse con la dulce sonrisa de Tiffany, la secretaria de la directora Lee. 

— ¿Puedo ayudarte en algo, corazón? 

— ¡Ah!, sí —dijo— ¿Se encuentra la directora Lee? —preguntó. 

— Sí —asintió la rubia— ¿Quieres hablar con ella? —la pelirroja asintió— Pasa. 

Agradeciéndole a la rubia, el australiano paso a la oficina de la directora, temblando levemente y deseando que esta creyera lo que diría.