No es mi príncipe, es mi bufón | BRAWL STARS: Mandy × Chester

Rivalidad con otro CEO

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¡Cuánto dinero! Sin duda es el buen resultado del trabajo como administradora y negociante de Mandy. Con tan solo 24 años ¡llevó a la fabrica de dulces de su padre a ser un imperio en todo Brawltopia!

Como hoy era día de descanso de todo el mes, Mandy estaba contando las ganancias mensuales desde su oficina. Practicamente estuvo toda la mañana encerrada ahí solo para eso y Chester ¡no la molesta! Esto se debe a que la otra vez que bromeó con ella, hizo que Mandy se olvidará en que número estaba, por eso en ese mismo mes, le bajó el sueldo en un 50%. Para no repetir lo mismo, mejor decidió dar sus "muestras de afecto" cuando su jefa esté fuera de su oficina.

Mientras tanto con el bufón...

Ahora mismo estaba en el jardín principal del dulce palacio. Realmente no estaba haciendo nada, solo paseaba y pensaba en métodos de hacer enojar a Mandy. Había veces en las que charlaba con los guardias. Uno con el que más habla es con Darryl, es un poco enojón, pero buena onda, este cupcake tiene mucho de que contar, sobre todo contar chistes de piratas. De hecho ahora mismo pensaba en ir a una de las torres de vigilancia del palacio.

Apenas subió en una de las torres, encontró a Darryl, quien le toca hoy vigilar desde la torre.

- ¡Hey, Darryl!

El robot se alarmó al escuchar a Chester detrás de él, tanto que le apuntó con una de sus escopetas.

- Ah... eres tu, niño... ¿Qué haces por aquí?

- ¡¿Qué?! ¿Ya no puedo ni visitar a mi amigo?

Dijo el bufón mientras intentaba darle un abrazo. Pero este se apartó y con voz ronca, le dijo:

- No, no, no ¿Qué amigo? Mucho haces enojar, niño. La otra vez casi mis circuitos queman por tu culpa, vamos... vete, vete...

El cupcake señalaba a Chester con una de sus escopetas mientras se quejaba y lo obligaba a bajar de la torre.

- No es del todo mi culpa... ¡Espera! ¿Qué hay allí?

El robot volteó, cuando su vista pudo concentrarse, inmediatamente identificó quienes estaban en las afueras del palacio. Cuando el guardia-robot le iba a pedir a Chester que le avisará a su jefa sobre las visitas, el bufón desapareció.

Con Mandy...

- ¡Bien! Ya terminé de llenar estos documentos...

Mandy se estiró los brazos y se tronó los dedos...

- ¡Hola, jefecita!

- ¡AH!

¡Que susto! ¿Cómo este bufón podía aparecer de la nada? Cada vez, esto le intrigaba más a la princesa.

- ¡Ya deja de asustarme! ¿Por qué no tocas la puerta?

- ¡Ups! ¡Esa es la idea... asustarte!

- Pf... ¿Ahora qué quieres?

- ¡No es algo que quiera! ¿Sabes cuánto tuve que correr para venir a darte las noticias? ¡Mucho!

- ¡Ya! ¡Solo dime lo que me tengas que decir y vete!

- ¡Bien, lo diré!... el señor cabeza de caja registradora, un ¿emo? y Colette... ¡Estan aquí!

- Me pregunto que querran...

Lo último, Mandy lo dijo en un susurro. Cuando iba a abrir la puerta de su oficina, se detuvo para dar una advertencia a su bufón.

- ¡Escucha!