Cap 4: Mis preguntas internas.

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Era una fría noche en la ciudad d eJapón.

Casa del doctor Marou.

Cocina.

El doctor Marou estaba cortando unos vegetales para la cena.

"¿Por que no me lo puedo sacar de la cabeza?", pensaba Marou mientras cortaba las zanahorias.

Muchos recuerdos se le venían a la cabeza, un montón de lindos recuerdos con la mujer que amaba, la mujer que no logro salvar de su horrible destino.

" Cariño... Te pondrás bien, te prometo que te todo saldrá bien", "Confió en ti, mí amor", "¿Mama va estar bien? " ¿Creé que podrá salvarla doctor?", " No lo se... Pero tengo que intentarlo"...

Esas palabras no paran de retumbar en su cabeza.

- No es justo...

Las lagrimas comenzaron a recorrer su rostro.

- Lo di todo por ella... ¿Por que no salió bien?.

Sus manos no paraban de temblar.

Marou tuvo que salir un momento de la cocina.

Sala.

Marou tuvo que sentarse en el sofá para relajarse.

Tuvo que tomar unos pañuelos para secar sus lagrimas.

El era la última esperanza para que su esposa viviera. Su esposa padecía de cáncer pulmonar y el estaba dispuesto a darlo todo para salvarla, pero no estuvo a la altura y su esposa falleció a los pocos días. En ese nefasto momento sintió un cumulo de sensaciones: Frustración, ira, tristeza, ansiedad, pero lo peor de todo, es qué estaba decepcionado consigo mismo.

Marou había tomado un poco de aire.

- ¿Qué debo de hacer, Rena?.


Al día siguiente...

Hospital.

Marou caminaba por los pasillos.

"No creo que se capaz de...", pensaba Marou angustiado.

Su corazón iba a cien por hora, sus caminares se volvían cada vez más rápidos.

Habitación de Tenshi.

Tenshi cargaba a su pequeña hija.

- Hola, cariño, ¿cómo has pasado la noche con papa?.

- Seina se a portado muy bien.

Dijo Fuutarou mientras intentaba sonreír.

- Esa es mi niña...

Seina estaba agarrando los dedos de su madre con sus manitas.

- Todo saldrá bien, pequeña. Mama volverá pronto a casa.

Dijo Tenshi con una gentil sonrisa.

Los padres de Tenshi entraron en la habitación con un delicioso pastel.

- Mira, amor, te hemos preparado tu pastel favorito, pastel de fresa.

- Muchas gracias, mama, muchas gracias, papa.

Dijo Tenshi con una gentil sonrisa.

Johan beso la mejilla de su hija.

- Recupérate pronto, por favor.

Johan tenía los ojos muy vidriosos.

- No te preocupes, papa, todo saldrá bien.

Sus padres la abrazaron con mucha fuerza.

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