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Capítulo 83: ¡¿Sólo saben burlarse de mí?!

¡¿Sólo saben burlarse de mí?!

Después de pasar un día hablando con Su Chenyu, ver una película y salir a comer, los dos tuvieron que volver a su trabajo. Después de todo, eran artistas populares con agendas muy ocupadas.

Sin embargo, Wen Jiexi seguía contenta de poder divertirse con su Hermana Su. Ella sería feliz yendo a cualquier parte con la Hermana Su, incluso si eso significaba que sólo se sentarían en algún lugar y se mirarían fijamente la una a la otra.

En general, se sentía contenta con cualquier cosa. ¿Era este el llamado periodo de luna de miel? Se sentía bastante bien. 

Regresó a su villa y se despidió con el brazo lleno de bocadillos mientras veía salir el coche de Su Chenyu.

No volvió a entrar durante un buen rato, hasta que el coche desapareció por completo en la distancia. Siguió mirando al horizonte y, en ese momento, comprendió por fin lo que era ser una esposa que esperaba el regreso de su marido. Suspiró y se dio la vuelta.

"Aiya~ Aiya~ La esposa ha regresado de su luna de miel~" Li Lingmeng, que en ese momento estaba royendo un muslo de pollo a la barbacoa en una mano y bebiendo coca-cola de la lata en la otra, parecía un tío muerto de hambre mientras saludaba a Wen Jiexi desde el sofá.

"Pequeña Meng, ¿cuándo te has vuelto así....". Wen Jiexi dijo secamente y luego puso rápidamente las cosas en sus manos sobre la mesa mientras se sentaba al lado de Li Lingmeng. 

"Eh, no te acerques tanto a mí, estás exudando un fuerte olor agrio a amor. Este perro soltero no puede soportarlo". Li Lingmeng levantó la cabeza bruscamente.

No había tenido ni un solo novio o novia en sus 20 años de vida, pero ahora todo el mundo a su alrededor estaba emparejado. Incluso la Pequeña Xi, a la que consideraba la más cabeza de palo de todas, ¡había conseguido novia!

Y era su más respetada Diosa Su. Sólo de pensar en ella se desesperaba. Realmente, ¿cuánto más patética podía ser su situación?

"Pequeña Meng, yo... ¡¿mi cuerpo huele?!" Wen Jiexi se olfateó a sí misma y no pudo oler nada. Entonces saltó con una expresión de pánico.

¡¿Y si estaba emitiendo un olor agrio durante su cita con la Hermana Su?! ¡Qué vergüenza! Las venas de la frente de Li Lingmeng saltaron y agarró las mejillas de Wen Jiexi con ambas manos, pellizcándolas duramente mientras decía con los dientes apretados,

"¡No entiendo cómo un cerebro de pez con cabeza de madera como tú se juntó con la Diosa Su! No es científico". 

"¡Wuwuwu....pero la Diosa Su fue la que me lo confesó!" Wen Jiexi sadi con un puchero. ¡Ella no hizo nada! Ella fue la que fue perseguida, ¡ok!

"¿Qué tiene eso de sorprendente? ¡Con tu Inteligencia Emocional, apuesto a que aunque sintieras que tu corazón se acelera habrías dicho algo como 'oh, debo estar enferma' o algo aún más estúpido como eso! Entonces lo tratarías como si no hubiera pasado nada". Li Lingmeng puso los ojos en blanco, disgustada.

Wen Jiexi no tenía nada que decir, porque Li Lingmeng había descubierto lo ocurrido con bastante exactitud.

Se frotó la nariz avergonzada... bueno, ¡ahora tiene pareja! No caerá tan bajo como para pelearse con un lamentable perro soltero. Al ver la expresión de Wen Jiexi pasar de culpable a engreída en un abrir y cerrar de ojos, las comisuras de los labios de Li Lingmeng se crisparon.

A veces realmente no entendía cómo la Diosa Su podía enamorarse de alguien como Wen Jiexi, que llevaba su corazón en la manga. En realidad, esta persona se había vuelto aún más estúpida por culpa de Su Chenyu.