XDINARY TALES

36. Su Alteza

(GunilXJunhan) +18

Existen diferentes deportes que pueden considerarse cómo "Deportes de la Realeza" generalmente por qué las familias reales los practican muy a menudo, uno de esos es la Equitación.

Ver a los príncipes y princesas hacer maniobras sobre un elegante y enorme cababllo, saltar obstáculos, correrlos en las carreras de velocidad era simplemente maravilloso.

A Gunil siempre le había fascinado.

Lamentablemente al ser un deporte oficial y exclusivo de la realeza, él solo podía aspirar a las competencias locales del reino en el que vivía. Después de rogarles a sus padres y ahorrar durante años para comprar un buen y joven caballo para las competencias, fue admitido en el campo a las afueras del reino.

—Bienvenido, Gunil. Yo seré tu compañero guía y en ocasiones haré de entrenador –dijo aquel joven bastante delgadito y bajito –. Mi nombre es Jiseok y aunque soy menor que tú, tengo un poco más de experiencia en este deporte para enseñarte –Gunil le sonrió –¿Cómo se llama tu caballo?

—Villain.

—Interesante nombre, tráelo por aquí.

Ginil estiró la correa y el caballo comenzó a avanzar. Jiseok les dio un recorrido por las instalaciones y el campo donde entrenarían, finalmente firmó el contrato y pagó por el entrenamiento.

—¿Habrá competencias o algo por el estilo?

Jiseok lo meditó cepillando a su propio caballo de nombre "Gaon"

—Bueno, hacemos una cada tres meses con todos los que entrenamos aquí. Que seríamos tú, yo, mi amigo Jooyeon y otros dos jinetes –suspiró –. Hemos tratado de hacernos de popularidad para que nos acepten en las competencias nacionales pero solo elijen a los príncipes como representantes del reino y eso es triste, pero al menos nos dejan ir a ver las competencias.

—Suena bastante injusto, en realidad.

—Si, pero esas son las leyes del reino –se encogió de hombros –. Ojalá el Príncipe Junhan se de cuenta algún día y nos permita participar.

Gunil suspiró con resignación. El principe heredero Junhan era particularmente conocido por ser serio y frío. Nunca sonreía más de lo necesario, no solía hablar mucho y en los eventos reales no se relacionaba con nadie más que su primo, el duque Seungmin. Sería difícil que siendo tan reservado y serio, fuera capaz de conmoverse con la habilidad de los jinetes plebeyos.

Él era el representante del pequeño Reino de Nary en las competencias reales de equitación. Competía con otros príncipes de otros reinos, cómo: el principe Noah del Reino de Cadah, o la princesa Ambra del Reino de Vania. Era un jinete increíble y muy apuesto. Gunil había visto todas sus competencias por la televisión y aunque no hubiera ganado muchas, siempre conseguía llamar la atención por su porte serio, frío y maravillosamente elegante.

Y era por eso que Gunil estaba entrenando. Quería verlo algún día de cerca, aunque fuera solo una vez.

El entrenamiento resultó ser más sencillo de lo que él imaginaba. Su caballo era joven, así que acataba las órdenes a la perfección y no le tenía a los obstáculos más altos, era veloz al galopar pero un poco rebelde en la Doma Clásica. No obstante, Gunil le tenía una paciencia infinita y sobre todo, lo apreciaba.

Era así como en tan solo unos pocos meses, ya estaban listos para participar en la competencia local por lo que él director del gimnasio los reunió en los establos.

—Estamos a dos semanas de la competencia local. Todos han hecho un excelente trabajo en el entrenamiento y han fortalecido mejor su relación con los equinos, eso es fundamental en este deporte. Ahora...