I'LL GET HER

Capítulo 1: "¡Martha!"

- ¡Espera, espera, aún no te vayas! -grita una niño.

La chica voltea a ver cuál es el problema y ve al pequeño de ondulados cabellos corriendo muy triste hacia ella.

- Por favor, tía, no te vayas -ruega con un puchero y unos ojos llenos de lágrimas que le rompen el corazón a la aludida.

- Ay, no, no llores pequeño -trata ella de calmarlo, poniéndose de cuclillas y dándole un fuerte abrazo- No me voy a ir por siempre -trata de reír ligeramente pero falla.

- Te voy a extrañar -balbucea.

- También yo -consigue demostrar una sonrisa-. Prométeme que te vas a portar bien.

- Sí, sí -obedece.

- Así me gusta -le da un beso en la frente y da un ultimo adiós a su familia.

Sube al bus y se va.

Mira por la ventana, nostálgica, pero sabiendo que algo muy bueno la esperaba.

+++

Las cortinas se abren en un segundo y la fuerte luz entra de inmediato.

Se queja y avienta una almohada sin siquiera abrir los ojos.

- ¡Por favor! ¡Hoy es sábado!

- Lo siento, a mí me levantaron igual, Lennon -se defendió el responsable- ¡Vamos, tenemos que apurarnos! Será divertido, ya verás, podríamos llevar nuestras guitarras acústicas, ya sabes, y sentarnos a...

El chico de pestañas rizadas deja de hablar al oír unos fuertes ronquidos provenientes de quien, se supone, lo estaba escuchando. Se enfada y le arrebata las sábanas en un segundo.

- ¡Déjame dormir! -exclamó y se volvió a cubrir.

Entonces, quien intentaba sacar al perezoso de la cama, volvió a arrebatarle las sábanas pero esta vez se las quedó y lo miró enfadado un par de segundos.

- Te esperamos abajo -dijo dejando caer las sábanas al suelo para luego retirarse de la habitación.

Mientras tanto, no muy lejos de ahí, nuestra protagonista: una muy llamativa cabellera rubia, brillante y ensortijada con rebeldía, se encontraba desempacando en su habitación. Ahora viviría en un lugar muy exclusivo y hermoso, ya que su abuela, quien había sido una señora muy adinerada, le había dejado esa casa como herencia y por supuesto que tocaba aprovecharla, aunque significara un gran esfuerzo para mantenerla.

Salió del lugar y se dirigió a inscribirse en su nuevo centro de estudios en el cual había sido aceptada.

+++

-¡Vamos, preciosa! -animaba el bajista a su pequeña a que suba al auto.

- ¡Subela rápido, Paul! -exigían todos impacientes.

Entonces tuvo que cargar a la esponjosa Martha, entrar y ponerla en sus piernas.

Ya estaban llegando al anhelado lugar, cuando a las afueras del lindo club, se dieron cuenta de que justo ese día estaba prohibido el ingreso por mantenimiento.

- ¡Bah! -se quejó John, frenando el auto- ¿Para eso me levantaron tan temprano?

Todos se entristecieron al no poder disfrutar de su día libre, se suponía que sería su oportunidad perfecta para escapar, pero tuvieron que regresar a casa.

-¿Será que nos descubrieron? -dijo Ringo, en un tono aburrido, volviéndose a colocar el cinturón de seguridad, en el asiento del copiloto.

-Espero que no -dijo Paul, con las manos libres ahora, pues George había tomado al cachorro.