𝗳𝗼𝗿 𝗺𝗲? ━━ juli x enzo

s e i s

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Leandro había vuelto luego de dos días. Pero esta ocasión, en vez de marcharse luego de pedir, se sentó en la misma silla donde usualmente se sentaba Enzo y comenzó una plática con halagos de por medio hacia Julián.

"¿De donde sacas tanto piropo?", Julián rió escandalosamente al escuchar al pelinegro.

"Tus hermosos ojos hacen que mi mente cree las más maravillosas frases para deleitarte", Leandro sonrió, recibiendo un suave golpe en el hombro del castaño como si se conociesen de toda la vida.

"Dios mio, por favor para", Julián volvió a reir y se quitó una pequeña lagrimita de su ojo derecho antes de que rodara por su mejilla. Sabía que Leandro lanzaba aquellos comentarios más para molestarlo, pero en vez de hacerlo, soltaba carcajadas de las idioteces que salían de su boca.

Su vista instantáneamente se dirigió a las afueras de la cafetería al sentir la tan característica motocicleta de Enzo. De esta bajó el nombrado y Camila. Enseguida, los ojos oscuros de Enzo chocaron con los de Julián, enviándole una corriente electrica por toda su espina dorsal. Vio el pequeño abrazo que Camila le dió a Enzo antes de desaparecer por un costado de la cafetería, Julián suponía que a la sala de empleados. Volvió a chocar miradas con Enzo, quien ahora mismo tenía una mueca en el rostro y sacaba una mochila negra del compartimiento de su motocicleta.

"Hey", Julián miró a Leandro sobresaltándose, y los brillantes ojos azules del chico viajaron desde él hasta Enzo, quien comenzaba a caminar hacia la entrada, y volvieron al castaño. El pelinegro enarcó una ceja, divertido. "Vale, creo que tengo que irme a la universidad", Leandro miró burlonamente a Julián, quien apretó los labios y miró hacia su costado, "Adiós lindo"

Julián ni si quiera pudo despedirse de Leandro antes de que se marchara luego de darse cuenta de lo que sea que haya pasado allí, chocando a medio camino hacia la puerta principal con Enzo, quien le miró entrecerrando los ojos y con los dientes apretados con fuerza. Julián no pudo ver qué demonios hizo Leandro, pero el rostro de Enzo ensombreció de una manera tan intimidante que Julián quiso esconderse detrás de la barra, lástima que no pudo hacerlo, ya que Enzo le había visto y no apartaba la vista ningún milisegundo de él

Cruzaron ojos nuevamente, y Julián tragó saliva al ver de reojo como se sentaba al frente suyo y dejaba su mochila en el respaldo de su asiento, sin separar sus orbes y apretando el mantel entre sus manos, de alguna manera se sintió bien tener la mirada de Enzo en él, en sus ojos -que especialmente los había maquillado un poco más de lo usual-

"Hola, Enzo, ¿qué sucede?", preguntó quedito, completamente de piedra y sintiéndose algo aliviado al ver esas grandes cuencas vacias y oscuras suavizarse un poco ante su pregunta.

Julián notó aquello, y marcó un pequeño punto para él y su voz.

"Nada en realidad, Camila ha estado un poco insistente y yo tengo un trabajo que terminar", Enzo apartó bruscamente la mirada y dirigió sus manos a su mochila en un dos por tres al escuchar la puerta que llevaba a la cocina ser abierta.

Julián, como todo ser curioso, giró su torso y encaró a una Camila con un tic en el ojo que el rubio suponía que era de rabia, al ver a Enzo sacar su computadora frente suyo. Julián se sintió intimidado, últimamente no se cruzaba mucho con Camila, pero se percataba de su actitud más hostil en vez de la amigable y risueña personalidad.

Vio a la rubia marcharse unos instantes después dentro de la cocina, y cuando volvió su cuerpo al frente, Enzo miraba la puerta de la cocina con una ceja fruncida.

"Han peleado, ¿no?"

Enzo hizo una mueca, tecleando algo en su computadora, "En realidad no tengo idea, no le tomo mucha importancia", se encogió de hombros.

Julián se tragó el pequeño nudito de su garganta antes de decir: "Deberias hablar con ella, se veía enojada y no me gustaría que ust-"

"Julián, cuando estoy contigo prefiero no hablar de Camila".

El estómago de Julián dió un vuelco inesperado, Enzo mantenía la cabeza baja detrás de la pantalla, pero si se colocaba de puntitas sultimente, podía notar que el castaño tenía los ojos cerrados y su labio inferior apresado por sus dientes.

Tierno.

Pensó, sintiendo sus mejillas algo calientes.

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