꒰꒰ ★ ꒱ ꒱ 𝐄𝐂𝐋𝐈𝐏𝐒𝐄₊˚ˑ༄ؘ
★ ➛𝐋𝐚 𝐡𝐮𝐢𝐝𝐚 del coleccionista llevaba ya cerca de 40 minutos, y era evidente que no se rendiría sin dar pelea. Lo que no esperaban era su último ataque: una esfera de luz compacta que, al impactar contra el suelo, desató una explosión de tal magnitud que los lanzó varios metros por los aires. Aturdidos y con algunas heridas, se levantaron como pudieron.
—Demonios...—Murmuró Hunter, sintiendo el dolor en su cuerpo.
—¿Eda, estás bien?—Preguntó King, preocupado por su hermana.
—Sí, solo un rasguño—Respondió ella, restándole importancia a la situación.
—¿Raine, te encuentras bien?—Inquirió Eris, ayudando al hombre a ponerse de pie.
Con un gesto de dolor, Raine asintió.
—Esto les pasa por desafiar mis decisiones—Dijo el coleccionista con una voz llena de rencor, mientras observaba a sus víctimas con una sonrisa cruel.
El Coleccionista irrumpió ante el grupo, que se reincorporaba adolorido, con el ceño fruncido y una ira palpable.
—¡Entréguenme a King y nadie saldrá herido! Olvidaré incluso el pequeño incidente con la ilusión—Espetó con voz áspera.
Eda, desafiante, replicó:
—Ya le hemos dado nuestra respuesta. King no está a la venta.
El Coleccionista, con una sonrisa escalofriante, respondió:
—En ese caso, me temo que no tengo otra opción que eliminarlos.
Eris, rompiendo el silencio, lo sorprendió con una inesperada pregunta:
—No lo entiendo. ¿Cómo pudo Khaos enamorarse de alguien como tú? Solo traes destrucción y miseria.
El Coleccionista, claramente afectado por la pregunta, tartamudeó: