diez. ☾

62 4 0
                                    




Pov Lynn

Al abrir los ojos me encontré a mi hermano dormido frente a mí, me recordó a cuando ambos éramos muy pequeños y dormíamos siempre juntos. Nunca podría olvidar esos días en los que seguramente fueron los más felices para mí, inocentes, despreocupados, y siendo una familia unida y feliz.

Me levanté de la cama con algo de esfuerzo para intentar no despertar a Scott, me cambié la ropa que llevaba puesta desde hacía tres días y me di una ducha.

Al salir del baño, Scott se estaba despertando.

-Buenos días, ¿Has podido dormir bien?

-Sí, gracias por dormir contigo, sé que llevo unoa dias distante pero... Necesitaba digerir toda la información.

-No pasa nada, te entiendo - Se levantó y me dió un abrazo de los que tanto echaba de menos

- Voy a preparar el desayuno, ¿Tortitas?

- Que sean cinco. Bajo enseguida.

.
Pov Scott

En cuanto mi hermana salió de su habitación, abrí la ventana para ver de donde provenía el destello azul que había visto por la noche.

Cambié mi vista por la de lobo. Pero nada. Allí afuera no había nada.

¿Alguien vigilaba a mi hermana? O más bien... ¿Algo?

Decidí darme una ducha para aclarar mis ideas.

.
Pov Lynn

Estaba preparando la masa de las tortitas, cuando noté un ruido a mis espaldas.

Me di la vuelta y en menos de un segundo me ví acorralada entre la mesa y un cuerpo robusto que estaba apoyando las manos por detrás de mis espalda en la mesa.
Levanté la mirada y me encontré con unos ojos que miraban a los mios.

- Derek, ¿Qué estás hacien...? - me cortó antes de que pudiese terminar la frase.

- ¿Estás bien? - en su voz se palpaba preocupación. - Scott me dijo que llevabas dias encerrada en tu habitación.

- Estoy bien - No se movió no un centimetro, podia notar su respiración en mi sien. Intenté hablarle, sin éxito.- Derek...

- Lynn - Se acercó un poco más si esque eso era posible, podia notar su pecho respirando con total tranquilidad, a diferencia de mí. Me pareció notar durante un instante que dejaba de mirarme a los ojos para mirar mis labios, pero fue solo eso, un instante. - ¿Te han dicho alguna vez que tienes los ojos del color del océano?

- Yo...

Se acercó todavia más, una de sus manos pasó de estar apoyada en la mesa a estar reposada en mi espalda baja, justo en ese límite en el que hizo que mi corazón latiese todavia más rápido.

No tenía aliento.

Instintivamente puse mis dos manos en su pecho, pero no alejándolo, sino sosteniendo el cuello de su camiseta, como evitando que por cualquier detalle él pudiese alejarse.

La mano que todavia apoyaba en la mesa pasó a acunar mi cuello.
Acarició primero mi mejilla con su pulgar, sin separar su mano de mi rostro.
Pero entonces acercó su pulgar hasta mis labios, y lo pasó por encima, muy despacio, casi sin presión. Como admirandolos, admirandome.
Los entreabrí por inercia.

Habíamos dejado de mirarnos los ojos, porque poco más nos quedaba por decir con ellos, y ahora en el poco espacio que nos separaba solo nos mirabamos los labios.
Acerqué mi rostro al suyo, muy poco, pero lo suficiente para que su labio inferior rozara mi arco de cupido.

Fueron dos segundos en los que sentimos el calor de verano y el frio de invierno, pero dos segundos en los que hubo ese mínimo contacto antes de que escucharamos unos pasos que se acercaban a nosotros.

Scott.

Derek fue capaz de disimular mucho mejor que yo su reapiración acelerada.
A mi, en cambio, me subia y bajaba el pecho con tal intensidad que necesité girarme hacia la mesa de nuevo para intentar seguir preparando la masa de... ¿Tortitas? Ya no recurerdo ni de si lo que preparaba era un desayuno o la cena.

- Derek ¿Qué haces aquí? ¿Te apetecen unas tortitas? - le preguntó mi hermano.

Porfavor no.

- Hola Scott - ¿Cómo era capaz de hablar con esa tranquilidad con lo que había pasado hace tan solo unos segundos? - No tranquilo, ya he desayunado, pasaba a saludar y a ver como estaba Lynn.

Scott dudó pero la explicación pareció convencerle así que no le dió importancia a que Derek estuviese allí.

Intenté concentrarme en lo mío mientras mi hermano y él hablaban ahora algo más alejados.

Ahora me gustaría tener ese super oído de hombre lobo a mí.

Cuando terminé las tortitas Scott estaba preparando la mesa y Derek se despidió de él, yo no me atrevia ni a mirarle después de lo sucedido.

Antes de abrir la puerta giró su rostro hacia mí y ambos nos miramos, me hizo un guiño rápido con su ojo y una media sonrisa, giró el pomo para abrir la puerta y se fué.

¿Y ya está? ¿Yo me quedo aquí con mis tortitas y un hermano medio lobo poniendo la mesa? ¿Mientras él se va y me deja así de confundida? Así de... ¿Excitada?

Estoy a punto de llevar el plato con las tortitas a la mesa cuando me llega un mensaje.

De: Desconocido
Para: Lynn

"Tranquila, esto no quedará así,
D."

¿Quiere jugar? Juguemos, Derek.

De: Lynn
Para: Derek

"¿No sabes terminar lo que empiezas?"

Enviado.

Antes de dar dos pasos vuelve a vibrar mi movil.

De: Derek
Para: Lynn

"Todavia no había ni empezado"

.

.

.

.

.

Hola..... ¿Os acordais de mí? Ojalá me digais que sí.
¿Qué es lo que se dice después de casi 5 años sin pasar por aquí?

He vuelto, definitivamente.

No ha pasado ni un solo dia en el que no pensase en esta historia, hace un tiempo edité algunos capitulos ya publicados, pero no tenía fuerzas para seguirla.

Madre mia, han pasado tantas cosas, he acabado la universidad, ha habido una pelicula de Teen Wolf...
Es el momento de terminar esta historia, no sé cuanto tiempo me llevará, pero espero que no más de este verano.

Queridos Omegas, prometo volver pronto,
hasta entonces,
se despide:
vuestra querida Alfa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

☾ Werewolf • Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora