16

16 8 5
                                    

Sam:

Miedo, es lo que siento ahora.

Como no pude haberme dado cuenta que algo no estaba bien.

No se que hacer, pero debo hacer algo. Sus ojos están cerrados, no me está mirando y yo quiero que lo haga, necesito que lo haga.

El miedo se apodera de mi y no me permite hacer nada, rápidamente llevo mis manos hacia sus mejillas. Esta temblando y intenta respirar con tanta desesperación que me hace entrar en pánico, ante no poder hacer nada.

—Tranquilo.... Tranquilo, respira ¿Si? — Le digo y suena horrible cuando me doy cuenta de que ni siquiera yo lo estoy haciendo, creo que no me está escuhando, yo solo puedo sollozar por el miedo que siento ahora. — Lo haces muy bien — Digo mientras aún me mira, pero no dura mucho.

No controlo mi impulso pues no alejo mis manos de sus mejillas, apartó un mechón de su cabello y sus ojos me miran tan solo un segundo, pues su mano se sujeta a mi brazo y la apreta fuertemente.

— ¡Ayúdenme! — Grito y no gano nada con eso. Su respiración fuerte y agitada me hace pensar que aún lucha fuertemente por respirar.... Y no lo está logrando.

Necesito hacer algo, pero no puedo dejarlo aquí y no pienso hacerlo.

— Tranquilo.... — Hablo con dificultad — Todo va a estar bien, ¿Si? — El me asiente, pero sus ojos vuelven a cerrarse y su respiración desenfrenada me hace querer ir y correr por ayuda, pero no puedo dejarlo.

¿Cómo pude pasar esto por alto?

Había estado tosiendo mucho, había estado más cansado y yo no lo había notado.

Mis ojos dejan de ver los pasillos buscando ayuda para regresar a verlo. Tose con más fuerza y trato de sostenerlo entre mis brazos de una manera en la que no se ahogue, en la que pueda asegurarme que sigue aquí conmigo, que aún sigue respirando.

Jenny se detiene a unos cuantos pasos al vernos, pero reacciona rápidamente corriendo hacia mi.

— ¿¡Qué sucedió!?

— ¡Llame a una ambulancia! — No le explicó, solo quiero ayuda.

— ¿Qué? — Me pregunta sin entender.

— ¡Ya!! ¡¿Esta sorda o que!? ¡Llame a una ambulancia! — Le digo desesperada, ella entiende pues rápidamente se pone de pie con su teléfono en mano.

Jane se congela frente a mi y no se atreve si quiera acercarse.

— Te van a ayudar, ¿Okey? — Le digo con la voz temblorosa, su cabeza se mueve ligeramente, pero sus ojos no me miran, es más creo que dejaron de hacerlo desde un buen tiempo.

La ambulancia llegó rápido y gracias al cielo así fue.

— ¿Caleb? — Le hablo con suavidad, casi con súplica — Aguanta un segundo...

Un enfermero baja de la ambulancia y se gira ligeramente hacia sus compañeros.

— Traigan una camilla — Ordena y se baja para posicionarse a mi lado.

Cuando está sobre la camilla mi corazón se encoje cuando ponen una mascarilla de oxígeno para ayudarlo a respirar.

Tengo que respirar profundo como si yo fuera la que necesita el oxígeno.

No lo pienso dos veces en acercarme. Tomo fuertemente su mano y me alivio cuando el toma la mía, aunque no con la misma fuerza que yo hago.

— Todo va a estar bien, tranquilo ¿Si? — Le digo intentando articular bien las palabras — ¿Quieres que llame a tu mamá? — Pero no me responde, sus ojos se abren tan solo un momento para mirarme — Voy a llamarla, ¿Bien? — Mueve su cabeza ligeramente en afirmación.

Tú Júrame Que Volverás (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora