📸 Jikook 📸

XIV

Jungkook se giró sobre su espalda y gruñó. Le ardía el culo y en esos momentos recordó la razón. Jimin entró al dormitorio y abrió las cortinas, dejó que la luz de la tarde entrara. Jungkook trató de mirarlo.

—¿Por qué me duele cada músculo de mi cuerpo? ―preguntó.

—Te aferraste a la mesa como si un tsunami te fuera a golpear ―respondió alegremente Jimin, girándolo sobre su estómago y acariciando la línea enrojecida sobre su trasero—. Esta marca sí se volverá un cardenal. Lo lamento, cariño. Jamás debí haber hecho eso.

Jungkook se sentía terriblemente culpable.—Fue culpa mía, Jimin. Nunca habrías hecho eso si yo no hubiese actuado tan...

—¿Estúpidamente?

—Bueno, sí —admitió Jungkook reacio.

Jimin tomó el tubo de gel y comenzó a aplicárselo. Jungkook suspiró lleno de alivio.

—Escucha, Jungkook. Soy un activo, un dominante. Me gusta jugar con un sumiso, —comenzó a explicarle— jugar es la palabra clave. —Esparció el exceso de la crema de sus manos sobre el colchón y se recostó sobre su espalda. Jungkook se subió sobre él y recostó su cabeza sobre su pecho, quería sentir sus brazos alrededor del cuerpo.—Eres un sumiso, no un esclavo —continuó Jimin—. Podría requerir que estés desnudo en mi presencia, que te arrodilles y que no vuelvas a hablar sin mi permiso, pero no me gusta jugar así. También te he dicho que no tolero a un sumiso que me diga qué hacer con él. ¿Está claro?

—Sí, señor —dijo Jungkook suavemente, acurrucándose entre los brazos de Jimin.

—Jamás he golpeado a alguien cuando estoy furioso, pero casi lo hago hoy —admitió Jimin—. Eso no es seguro. Te he dicho que no conozco tus límites. Esto no es un concurso donde compites con otros sumisos para obtener mi atención. Quiero enseñarte lo que necesitas saber, y así jamás te meterás en problemas.

Al escuchar eso, Jungkook se deprimió. Obviamente Jimin no quería estar con él mucho tiempo, se sentía responsable por enseñarle lo básico de este estilo de vida, seguramente después de que eso ocurriera, lo dejaría. Jimin sintió que algo estaba molestando a Jungkook y deseó que el joven le hablara. Pasó sus manos lentamente por su espalda.

—Tienes una hermosa marca en el trasero —dijo en forma de consuelo.

—¿Puedo verla?

—Después. No se desvanecerá. Incluso haré una fotografía de ella porque es la única que recibirás así de mí —dijo Jimin acariciando la oreja de su chico. Escuchó un lento suspiro que anunciaba la llegada de su lujuria.

—¿Puedo...? —Jungkook preguntó, deslizando su mano debajo de la camisa de Jimin.

—Parece que ya te estás recuperando, cariño — Jimin rió al sentir la erección de su amante.

Jungkook abrió la camisa del hombre mayor, descubriendo su pecho. Se acercó a succionar un rosáceo pezón, complacido al escuchar el suspiro de deseo que escapó de los labios de Jimin. Sus manos descendieron, abrió los tejanos del fotógrafo y se los quitó. El hombre mayor levantó las caderas con gusto, ayudó a Jungkook a descubrirle el bóxer con el frente húmedo. Jimin colocó a Jungkook sobre él y el hombre joven frotó sus caderas contra las suyas con movimientos suaves. El sentir la piel desnuda del chico contra la suya le hizo desear poder follarlo en ese momento. 

Pero ya había lastimado lo suficiente a Jungkook por un día y no podía pensar en una posición que no hiciera presión sobre el lastimado trasero del chico. Jungkook movió una mano entre ellos y sintió la cabeza del pene de Jimin tratando liberarse de la banda elástica de su ropa. Escuchó un gemido y sintió que el hombre mayor comenzaba a embestir con las caderas cuando empezó a acariciarle el pene. Bajó la ropa interior del hombre mayor para poder ver mejor.