hot blood // chanjin ~ hyunchan

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— ¿Y si te lo dejas crecer aún más?  — Preguntó Chan, acariciando suavemente las hebras de su cabello.

—  Yo creo que ya está suficientemente largo. — Respondió Hyunjin acurrucándose más contra el cuerpo del australiano.  — Además requerirá más cuidado.

— Lo sé, solo tengo curiosidad. Tienes un rostro precioso y creo que se vería muy bien en el escenario. — Comentó abrazándole en la cama. — Además, te verías increíble llegando al orgasmo. — Chan murmuró en su oído provocativamente, haciéndolo reír.  

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Hyunjin se despertó con un nudo en la garganta.

Aún podía sentir la risa de Chan en su nuca, a pesar de que solo se trataba de un recuerdo que había soñado.

Caminó sin muchos ánimos a la ducha. Se quitó la ropa y dejó que el agua helada enfriara su cabeza.

Estar en el departamento que se supone que tendría que estar compartiendo con Chris, no le ayudaba mucho a pensar. Solo lo mareaba.

Tanto Seungmin como Changbin estaban profundamente dormidos en los sofás de la sala. Se veían incómodos, pero se notaba que el cansancio les había ganado.

Hyunjin no se atrevió a despertarlos, solo dejó una pequeña nota pegada en el refrigerador y salió con cuidado, procurando mantener el silencio hasta que estuvo fuera del edificio, con miedo de que alguno pudiese escucharlo y detenerlo en cualquier minuto.

Caminó sin cuidado. Con miles de ideas en la cabeza. Todo era un desastre.

¿Qué se supone que podía hacer si Chris ya no lo quería? Sentía su corazón haciéndose añicos con solo el pensamiento.

Hyunjin había roto lazos antes. No debería afectarle tanto romper uno más. Sobre todo pensando en que Chan fue capaz de acostarse con otra persona.

Pero la realidad no era así.
No sabía como dejarle ir.

Con cada pedacito de su lastimado corazón....
No quería una vida sin Chris a su lado.

Sin embargo, sin importar lo que pasara, haría lo necesario para sobrevivir, como siempre lo hizo.

Por ahora, al menos daría el primer paso.

Eso pensó mientras ingresaba a un conocido lugar, que apenas abría sus puertas para la atención por lo temprano del día.

Hyunjin tomó asiento con confianza, mientras la chica lo preparaba como muchas veces antes.

— ¿Lo mismo de siempre?  — Consultó la estilista viéndole a través del espejo con una sonrisa. Hyunjin siempre pedía un corte de puntas y un masaje reparador, además de otros cuidados para su preciosa cabellera.

— Quiero cortarlo todo. — Aseguró el pelilargo, casi provocándole un infarto a la chica.

— ¿T-todo? — Preguntó con tristeza, tomando un mechón algo húmedo, pero delicadamente cuidado que llegaba hasta sus hombros. Sabía lo mucho que el chico quería e invertía en su cabello. — ¿está seguro?

Hyunjin se detuvo un instante viéndose a si mismo en el espejo.
Si lo que quería era seguir adelante, esto era necesario. Necesitaba cambiar mental y físicamente para que no flaqueara su decisión. Por más difícil que resultase.

—  Solo déjalo corto, por favor. — Pidió, tratando de ocultar el pánico en su voz. —  Y quisiera tinturarlo rubio, al menos lo que se pueda.

La mujer soltó un pequeño suspiro. El cliente siempre tenía la razón y daría lo mejor de sí para no decepcionarlo.

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