37. En llamas.

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—¿Te enamoraste de Luka?

Zoe suspiró. Miró al cielo nocturno, luego a su hermana. Al cielo y a su hermana; al cielo y de nuevo a su hermana.

—Es la quinta vez que me haces la misma pregunta, Chloe. No es válido. Tienen que ser preguntas diferentes —le explicó más relajada de lo que en realidad estaba.

—Se los seguiré preguntando hasta que alguno de los dos se confiese. Ellos tardaron nueve meses sin decir que se gustaban cuando éramos jóvenes—señaló a Adrien y Marinette—. Ustedes van por seis y no pienso dejar que le quiten el récord al ridículo par de tortolitos.

—¡Oye!

—Lo digo con cariño, Adrienboo.

Luka estaba tranquilo, le sonrió a su amiga mientras ella respondía lo mismo de nuevo. No era del todo mentira aunque tampoco decían la verdad al completo. Preferían tomarse las cosas sin prisa y sin etiquetas.

—Luka y yo estamos trabajando para la película musical de Jagged Stone que se estrenará el próximo año. No estamos ligando, estamos trabajando. ¡Por todos los cielos!

—Ajá. Vamos a fingir que lo creemos —Chloe se miró las uñas.

Su hermana menor se sonrojó y le dió un codazo.

—Sigues guardando maldad en tu interior.

Chloe sonrió y le dió una palmadita en el hombro.

Sabía que Zoe a menudo se sentía extraña, había sido testigo de las crisis existenciales de su hermana en cuanto a su sexualidad. Primero creer que le gustaban las chicas durante dos años, luego se enamoró de un chico de Nueva York durante unas vacaciones y esa historia no acabó bien. Luego concluyó que podía sentir atracción hacia ambos géneros, pero le costó vivir con ello.

Chloe no comprendió al principio su temor si tenía en realidad la posibilidad de tener un campo de elección más amplio, chicos y chicas. Pero con lo buena que Zoe había sido con ella, la forma en como la había perdonado y ayudado. Ella debía devolverle el favor. Era su hermanita, lo había entendido tardíamente pero ahora estaba dispuesta a ejercer su papel de hermana mayor y ayudarla.

Kagami se había quedado observando su interacción de hermanas mientras los demás seguían jugando. Tenía un ojo cerrado y otro en camino a perder la batalla contra el sueño. Llevaba casi 24 horas despierta.

Sintió que la llamaban y se despertó sobresaltada.

—Kagami. Te toca pregunta.

No supo quien le hablo. Se frotó los ojos y asintió con la cabeza.

—Yo tengo una —dijo Félix—. Cuando salimos juntos hace años... ¿Sentiste algo de verdad? ¿Fue real?

Kagami se quedó callada. Estaba helada, aterrada. Esa era su oportunidad, como un golpe de suerte que le dio el destino. Y no podría aprovecharlo, no podría contestarle.

Todo el mundo se había quedado callado. Félix la miraba fijamente y eso hizo que se le formara un nudo en la garganta.

Adrien hizo su mejor intento, a su manera y perspectiva, de ayudar.

—Kagami, mi primo te ha preguntado que si su relación pasada... fue... real —se notaba incómodo.

Kagami no apartó la vista de Félix para responderle a Adrien.

—Dile a tu primo que yo nunca miento.

No sabía si eso sería suficiente para Félix, lo vió entrecerrar los ojos pero no supo interpretar sus emociones.

Ma reine ♡ FELIGAMI ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora