| Primera orden |
Eliette recuerda el día en que por fin su padre le dio una orden , su primer orden desde que sus ojos se abrieron en el Palacio de Plata. Ella nació un día de lluvia , donde parecía que caían gotas de luz en la tierra y las olas del mar eran gentiles con la gente en su interior .
Su padre . Uriel , uno de los siete grandes le dio su nombre puesto que Dios se lo dejo a su merced , ella seria la primera nacida de ángeles en que sus padres eligieran su nombre y no Padre . Eliette , que significa la fuerza de Dios , fue el nombre que se eligió para ella
Recuerda a la perfección su infancia , llena de amor y gentileza , de su madre enseñándole las pequeñas cosas en el Palacio y de su padre , enseñándole su trabajo el cual ella aria una vez que alcanzara la madures indicada . Eliette no era como las demás , ella era única de alguna manera muy excepcional.
Para empezar sus alas eran de un tono grisáceo/blanquecino , no eran ni blancas ni grises , pero eso se debe a sus padres . Su madre era un querubín de muy bajo nivel que solo vivió unos siglos después de su nacimiento y después se convirtió en polvo cosmico , dejándola a cargo de su padre .
Uriel era alguien muy recto y serio , rara vez mostraba sonrisas o risas a los demás y mas a su hija , pero cuando su esposa falleció el se cerro por completo y aunque Eliette era una copia a carbón de su madre, no era igual . Sus demás hermanos miraban ese recelo que tenia hacia la pequeña , decidieron intervenir quitándosela por el bien de ambos , pero solo aumento una brecha entre ellos .
Eliette le llama ' su deidad ' y el la llamaba ' guardiana ' por que eso era . De entre tantos pabellones que habia en el Palacio de Plata ella decidió ser una guardiana o mas especifico .
Un ángel de la Guarda
La razón , su madre . Al ser ella un querubín le gustaba estar entre los humanos de forma ambigua , le enseñaba la belleza de la humanidad y también lo malo que habitaba en ella . Eliette quedo fascinada de ellos y en el lecho de muerte de su preciada madre le prometió ser la mejor guardiana que hubiera existido para traerle orgullo .
31 de julio de 1980
Fue el día , mes y año en que por fin se le dio a un alma que cuidar y amar. Eliette saltaba de la felicidad por eso , después de tantos siglos por fin se le dio una orden la cual acato al instante .
Los demás Arcángeles la miraban con ternura , ellos la comprendían por completo
— ¿ No le desearas suerte ? — Chamael le pregunto al pelirrojo que miraba a la nada — Es su primer encomienda
— Ciertamente hermano , es la primera vez que ejercerá su titulo — Jofiel apoya a su hermano — Eliette debe de estar mas que encantada con la encomienda
Los demás asintieron en reconocimiento y una conversación de lo feliz que seria su sobrina surgió en el gran Salón , pero no duro mucho puesto que Uriel se puso de pie sin decir ni una palabra y se marcho del Salón . Sus hermanos se miraron entre ellos tristes y siguieron al pelirrojo que lideraba el camino
Los ángeles a sus alrededores les hacían reverencia ante ellos hasta que llegaron al punto de vuelo donde sonrieron alegres , al menos miraría como su hija partía del Palacio
Eliette tenia una enorme sonrisa mientras abría sus alas y después despegaba dejando solo algunas plumas caer delicadamente por el piso .
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Era tan pequeño y frágil , tan hermoso y lleno de vida en si . Eliette miraba con completo amor a su ' Tesoro ' que era como se les conocía a los niños que protegían .
La mujer que lo estaba meciendo mientras en su rostro tenia una fina capa de sudor lo miraba como lo mas importante en su vida ¿ Su madre la miro de la misma manera a ella ? . Se permitió pensar en eso cuando miro los ojos verdes de la mujer que era la madre de su Tesoro . Era hermosa , tenia el cabello rojizo y facciones delicadas , unas cejas finas y nariz bien perfilada , pero lo que mas resaltaban eran el par de ojos que tenia .
Dos esmeraldas , brillantes y llenas de amor y fuerza que la hacían ver hermosa . La guardiana volvió a centrar su mirada en la pequeña volita que cuidaría y sonrió enamorada cuando el pequeño soltó un pequeño bostezo y apretaba el dedo que tenia sujeto con esas pequeñas manitas
En la habitacion estaba el padre del bebe que lloraba a mares y era consolado por lo que ella piensa , es su hermano . Repaso a cada uno de los humanos que estaban en el cuarto y arrugo un poco la nariz cuando noto a uno , escondido en la habitacion , pasado de peso y estaba presentando calvicie en su cabeza .
Eliette lo compara con una rata muy fea , no le gustaba el aroma , estaba lleno de nervios y algo de acidez. Eso ultimo la alertaba mucho por que solo aquellos que sucumbían al pecado mas horrible despedían ese aroma tan fuerte que le provocaban ganas de vomitar . Su miraba viajo de nueva cuenta al ultimo de ello.
No le disgustaba su aroma , era chocolate y nervios en el , pero podia decir que lo ultimo era por la criatura que estaba en su interior .
— ¿ Quieres cargarlo ? — la mujer miro al de aroma chocolatoso que se removió incomodo— Inténtalo Remus, se que no le harás daño
Remus , así que ese era el nombre del humano .El ahora Remus respiro profundamente y se acerco hasta la camilla tembloroso , miro por ultima vez a la humana que le sonrió alentadoramente y tomo a su tesoro entre sus brazos con tanta delicadeza que Eliette supo que ese sujete le agradaría .
La habitacion se lleno de un ambiente tranquilo y amoroso . Las inmensas alas de Eliette vibraron de felicidad cuando por fin escucho el nombre de su tesoro
Harry James Potter Evans .
Era perfecto , su tesoro era perfecto .
Eliette podia decir que jamás habia amado a nadie como lo estaba haciendo ahora con el niño , sentía esa conexión con el que sabia , jamás se rompería y cuando llegara la hora de que el niño partiera de este mundo y volviera al polvo . Guardaría un lugar muy importante en su corazón .
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Protector - Harry Potter -
RandomTodo persona tiene un protector , indirecta o directamente , pero lo tienen . Seres que te cuidan desde las sombras a la intemperie , quienes te brindan ese consuelo y amor infinito , quienes te escuchan y creen en ti cuando no ahí nadie mas a tu la...