one-shots (tu y ....)

7. Stiles Stilinski

Despertar y verlo siempre es algo que en definitiva la castaña odiaba, tener que desvelarse todo el tiempo, su cansancio era notorio o al menos eso daba a entender su apariencia.

Desde muy pequeña tuvo que aprender a vivir sola y a sobre llevar todo esto sola, nunca asistio a un psicólogo o incluso se le pasó por la cabeza el ir con un psiquiatra ella sabía que estaba mal pero lo único malo de un enfermo es que no acepta que lo está y mientras esto no sucediera nada ni nadie podría ayudarla

El que su padre fuera su única compañía desde que su madre se fue y la dejo, había provocado una dependencia emocional hacia el esto ocasionandole un trauma tras su suicidio.

Su padre no era una persona mala incluso solia cantarle beautiful boy en la noches mientras la arropaba y leía su cuento favorito "los seis sabios ciegos y el elefante", era el padre que todas las niñas de su edad quisieran tener, lo que ella no sabía es que tras esa sonrisa que él le brindaba todos los días se encontraba un hombro solo y sin razón de vivir, amaba a su hija pero el dolor era más grande que su corazón.

A la llegada de su cumpleaños número 8 su padre le obsequio un bello collar perteneciente a su madre el único recuerdo que quedaba de ella, siempre se imagino a su madre como una mujer hermosa de pies a cabeza, pelo castaño, cejas finas y nariz perfecta, lo único que no podia imaginarse era el corazón que su madre pudo a ver tenido para dejarla sola y simplemente irse, eso jamás se lo perdonaría.

Días después regresando del colegio dónde cursaba el cuarto grado de primaria noto que había muchas personas fuera y dentro de su pequeño hogar, cámaras por todos lados e incluso una ambulancia, lo primero que pensó fue que talvez estaba ahí porque su vecina de nuevo se había puesto grave ya que era una sra de la tercera edad la cuál acostumbraba a llevar pastel todos los jueves a la castaña.

Bajo del autobús y fue directo hacia su casa talvez al rato podría ir a visitar a la anciana junto con su padre.....llegó a su casa pero algo o más bien alguien no la dejaba incluso forcejeo con el paramédico.

- debo pasar mi papá me está esperando - se soltó del paramédicos e inmediatamente llegó corriendo dónde se encontraban personas con trajes blanco cubrindolos de pies a cabeza junto con cubrebocas del mismo color, fue entonces cuando lo entendió todo, esas personas no estaba ahí por su vecina.

Rodeado de los que ella identifico como doctores se encontraba su padre, sus ojos se veían vacios, pero a la vez como si todo estuviera bien, su piel se notaba fría y sin vida, en sus muñecas se apreciaban varias marcas como si de una tabla de picar se tratara y sus labios...ya no tenían la sonrisa que le regalaba todos los días y que le hacen saber que todo estaría bien. Era un cuerpo que por fin podría llevar una vida en paz y en dónde su remordimiento ya no lo consumiera.

Pero que sería de la pobre chica? Sin padres o alguna familia que la pudiera cuidar su única opción era un horfanato dónde llevaban a los niños que no tenían familia.

- te llevaremos a un lugar donde podrás estar bien - el oficial tome asiento junto a ella y le coloco una manta sobre sus hombros la noche había caído y ni siquiera lo había notado.

Después de unos días llegó al orfanato donde al principio todo iba bien, a decir verdad había superado sus expectativas no tardó en hacer amigas e incluso se llevaba de maravilla con su compañera de cuarto. Un par de meses después su peor miedo comenzaría, esos sueños que hacian que se develará toda la noche y que pudiera consolidar el sueño cuánto la luz del sol entraba por su ventana.

Necesitaba ayuda y eso lo sabía pero también era consiente que si decía eso las personas comenzarían a tratarla diferente, sus amigas dejarían de hablarle y la harían ver cómo una completa loca.