I

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La noche cayó en la ciudad y la hora de dormir ya pasaba, era el momento en que la tranquilidad llegaba a todas las casas y descansaban en paz. A excepción de la casa de los O'Brien.

Dos pequeñas criaturas corrían por toda la casa, se podían escuchar sus gritos y risas por toda la cuadra, hasta que una cae de su cama y se raspa su rodilla. La mayor de estas niñas deja de brincar en su cama para ir en auxilio de su hermana. Al ver llorar a su hermana, empezó a llorar aún más fuerte haciendo que sus padres corrieran a ayudarlas.

—Se supone que deberían estar durmiendo—regañó su padre.

—Pero no teníamos sueño, y yo le dije a Daisy que jugáramos pero se cayó de la cama por mi culpa— la mayor explicó en llantos.

—No lloren cachorras— Su madre cargó a ambas llevándolas a sus camas— Los accidentes pasan.

Sus padres se quedaron con ellas hasta que se calmaron, estaba a punto de irse y dejarlas dormir hasta que la más pequeña los detuvo.

—Mami cuéntame un cuento.

—¿Qué tipo de cuento quieres pequeña?— preguntó acercándose al sillón que estaba en la habitación.

— Uno de vampiros.

La madre volteó a ver a su esposo buscando su aprobación para contar la historia que ella tenía en mente, sólo una sonrisa bastó para que empezara a contar.

[...]

Hace muchos años los vampiros vivían entre los humanos, de hecho, siempre ha parecido que los vampiros son sólo mitos e historias inventadas por los más débiles.

Pero todo eso era gracias a la duquesa roja, una vampira con poderes superiores que cualquier ser mágico.

Se dice que la duquesa es un ser que vivió entre los primeros colonos, que antes de ser vampira, era una simple esclava que fue víctima de un ataque vampiro. 

Pero dos seres le dieron otra oportunidad, un ángel y un demonio la bendijeron con magia y la vida eterna. Los poderes del ángel la hacían verse bella y pura como una humana, manteniendo su bondad de cuando estaba viva. Mientras los poderes del demonio, bueno, poderes se queda corto. Era una maldición.

La dulce y pequeña esclava que fue, quedó destruida, convirtiéndose en lo que más quería destruir, en un horrible monstruo: un vampiro. Hizo lo posible para obtener poder en la sociedad, convirtiéndose en duquesa y destruyendo a vampiros corruptos, eliminando todo rastro en la mente de los humanos que los vampiros existen en realidad.

Estuvo mucho tiempo centrada en su venganza, que olvidó todo rastro de amor y bondad que había en ella. Hasta que un día, un soldado tuvo la mala suerte de toparse con ella.

Ella estaba ocupándose de un vampiro de más alto poder social que ella. Y él decidió atacarla pensando que ella era una vampira corrupta. Cuando estuvo cara a cara con ella, algo cambió en ambos. La pizca de vida que le faltaba a ella, la aventura que buscaba él. Se enamoraron.

Pero los vampiros y humanos no pertenecen al mismo mundo. Unos cazadores descubrieron su relación y mandaron a acabar con todos los que se encontraran en su castillo.

Amenazaron con acabar con la vida del soldado si la duquesa no revelaba su "secreto" de la vida eterna. Le hicieron pensar que su amado había sido parte de la emboscada. Segada por traición lo lastimó a gravedad haciendo que este quede al borde de la muerte.

Normalmente uno piensa que cuando un vampiro muerde a un humano, este se convierte automáticamente en vampiro. Con la duquesa no era así, su sangre la hacía invencible, ningún arma mortal la puede dañar, excepto que el amor de tu vida se desangre frente a ti.

Ella mordió su labio haciéndolo sangrar y besó a su amado. Ella pasó cada gota de su sangre "mágica" haciéndola completamente mortal.

Claramente, los cazadores acabaron con ella. Antes de morir lanzó una maldición:

"Podrán haber acabado con mi cuerpo, pero no con mi espíritu. Esta no será mi última vida, prometo acabar con todos los que me traicionaron y acabaron conmigo."

Reencarnación  - Chica VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora