Para ti, (nunca ha sido de otra manera)

Déjame decirte.

"No éramos imposibles
éramos miedo."

Quiero decirte una cosa, espero que no te moleste mucho que seas lo último que pienso antes de dormirme, todo lo que sueño y lo primero que se me viene a la mente justo en el primer segundo que el despertador hace de la suyas.

Que ya no me hace falta la luz del sol, porque cada vez que se te escapa una sonrisa la guardo, porque me ilumina el día más oscuro o con complejo de domingo que se me quiera cruzar.

Que subes como espuma y no te puedo atrapar, y mi corazón se queja porque le haces latir con exceso de velocidad con sólo imaginarte.

Que tus ojos son el mejor destino para una escapada y perdida rápida, o para toda la vida.

Te he recorrido de norte a sur,
con la mirada,
por desgracia sólo con la mirada.

Que ya no quiero canciones (o las necesito demasiado) porque cada una de ellas me recuerda a ti.

Y ya no veo sentido a los escritos si no llevan tu nombre.

Espero que no te moleste que te diga que has hecho que supere mis límites de locura, que soy una loca por un loco,
se tú, por favor.

Que desde ahora retomo mi sueño de ser exploradora, para encontrar cada rincón tuyo, y ponerle mi firma.

Que todo lo que está antes y después de tu nombre no tiene sentido alguno.

Que estaba perdida y no tenía miedo, y desde que te encontré y me encontraste sin que tú ni siquiera lo supieras tengo miedo de perderme y no volverte a ver.

Quiero que sepas que ya no veo estrellas, porque tú le haces sombra a cada una de ellas, cuéntalas, dime cuantas hay, al menos estaré segura que el tiempo que las estés contando estarás al lado mía

Me gustaría preguntarte si a veces cierras los ojos, sí eres soñador, sí imaginas tu vida perfecta, déjame saberlo, para poder colarme en ella.

Sabes que te escupiría estas palabras, en forma de besos por el cuello, en forma de mordiscos en los labios, de susurros mientras duermes...

Por ultimo, mi pequeño rebelde, quiero saber como sin decir nada, lo dices todo, como con tu sonrisa te insinúas tanto (con o sin querer), como transmites tanta tranquilidad siendo un pequeño matojo de nervios.

Déjame adentrarme en ti y averiguarlo,
te prometo no desordenar
mucho tu vida.

(Para ti.)