Otra Vida |Sawamura Eijun ~ Diamond no Ace|

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Su partido con el equipo de la Seiya senior fue el punto clave en el declive de su vida. Fue su anterior equipo, pero siempre era comparado con su amigo y rival Furuya Satoru, él se canso de todo eso y quiso mejorar, cambiar de aires así que se unió a los Chunichi Dragons. 

Pero todo cambio cuando se enfrento a su antiguo equipo, la mayoría de sus amigos de la preparatoria estaban en ese equipo Eijun comenzó bien el partido, sus compañeros lo apoyaban, pero su equipo anterior no veía con los mejores ojos a Eijun. Pronto tuvo que competir contra Furuya, él realmente estaba disfrutando del juego.

Iban empates hasta la 5ta entrada que sus ex-compañeros parecían haberse adaptado a sus pitcheos, anotándole 3 carreras. Pensó que no sería la gran cosa pero cuando llegó su turno de bateo parecía que Furuya lanzo una bola muerta. Pero el asunto no era si llego a base, no, no fue eso. Fue el hecho de que la bola callo en su tobillo.

Cayo en la caja y su entrenador tuvo que ayudarlo a sacarlo de ahí, cuando el castaño levanto su vista pudo ver como sus 'amigos' sonreían ante su desgracia y cuando su vista cayo con el cátcher Miyuki Kazuya se dio cuenta que todo fue intencional.

No puedo seguir jugando y pronto en el medico le dijeron que tenía una fisura en el hueso y que no podría jugar por un tiempo, pero en la mente del castaño solo pasaba la sonrisa de sus compañeros.

Pasaron los meses, después de ese partido no se vio al castaño en ningún encuentro hasta que se confirmo lo que muchos ya sospechaban, 'El pitcher de Dragons esta lesionado'.

Eijun se pregunto ¿Por qué lo trataban así? ¿fue solo por querer crecer? ¿Acaso no se supone que los amigos te apoyan? 

Tras la grave lesión que sufrió y el tiempo que tuvo que quedarse en su casa reflexiono de todo lo que había pasado desde que conoció a los chicos de Seido. Recordó su vida una vez mas y sin querer se dio cuenta de muchas cosas que tal vez hubiera querido que se quedaran así.

Para empezar todo remonto cuando le dieron el numero de estrella en su segundo año, tras una larga reflexión de sus acciones se dio cuenta de lo estúpido e ingenuo que había sido, sus amigos mismo lo usaron para el crecimiento de su verdadera As Furuya Satoru. Comprendió por que en su tercer año no le dieron de nuevo ese número. 

Ese fue solo un pequeño acto que cambio su destino de manera no retornable ante la inevitable vida como pitcher de relevo. 

Estar en su casa tan solitaria y fría se empezó a sentir aburrido, pasarían meses hasta que pueda regresar al montículo e incluso en esos momentos no estaba seguro de querer regresar al béisbol. En su aburrimiento una tarde salió de paseo hasta un parque. Camino y se sentó en una banca, admiro el parque que estaba decorado con colores cálidos otoñales. 

Ese día fue el día que conoció a Yamikaze Subaru, un hombre cerca de sus 82 años, Eijun sabía que era su vecino pero nunca cambiaron palabras, no hasta ese día, ese día cuando el anciano señor se acerco a él a pedirle ayuda con unos problemas que tenía con su computadora.

Eijun acepto ayudarle, la computadora en si no tenía ningún problema, solo era que el anciano no sabía usarla. El castaño observo una foto de una hermosa mujer el anciano al ver esta acción del castaño le comentó que ella era su difunta esposa.

El castaño empezó a ir mas seguido con su vecino, a veces solo para hacerle compañía mientras ambos leían. Eijun llevaba un gran peso en su corazón, una gran culpabilidad pero por sobre todo un sentimiento oscuro que no sabía que era había emergido siendo dirigido hacia sus ex-amigos y antiguo amor, que por cierto había anunciado su relación con nada mas que Furuya Satoru. El anciano no era tonto se dio cuenta que el castaño era tan buena persona que el mismo estaba confundido con el sentimiento de odio que llevaba consigo.