VISTA

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Caminé junto a ti en varias ocasiones, jugué contigo en la playa, también he observado tus ojos analíticos, oscuros, redondos y hermosos, y debo decir que esos bellos ojos, nunca me han mirado a mí de la manera en que la miras a ella.

Cada vez que pasa, cada vez que te sonríe, cada vez que te besa, tus ojos brillan, hacen click, como en aquella película. Y al igual que tú, los ojos de ella se vuelven corazones y tus ojos no hacen más que mirarla con regocijo.

Y mierda, por más que quiera, ya no quiero seguir a su lado mostrando mi lado hipócrita, ese lado que está de acuerdo con su relación y desea lo mejor para ustedes, ese lado que sonríe cada vez que se besan y que anhela ser el padrino de una próxima boda, joder, ¡Ya no puedo hacerlo!

Porque me siento mal. Me siento hipócrita. Soy un hipócrita que en su mente está esperando y anhelando una acción o alguna palabra de tu parte que me haga sentir amado, buscando ganar en este juego del amor, buscando estúpidamente ser el campeón de un juego ya ganada por ella.

Cuando tu mirada se fija en mí, logro ver la decepción, como si en todo momento esperaras que ella fuera la que esté contigo todo el tiempo, como si quisieras que fuera ella y solo existiera ella. Cuando tu mirada se fija en mí, logro ver esa frase que dice: "Si no vas a hacer algo, mejor vete."

Y juro que trato de hacer algo, trato de hacerte sonreír, pero a veces incluso creo que te ríes de mí. Trato de que tus ojos muestren esa alegría como cuando la vez a ella, pero no lo logro, tú solo me muestras esas falsas sonrisas.

He estado cincos años tras un amor unilateral, tras un amor que sé que ni en sueños va a pasar, ¡Qué siempre me lastimará!

Pero... ¿Qué puedo hacer?

Dicen que nadie manda en el corazón, pero por la mierda que tú lo haces.

El día que llegaste a mi vida mi corazón de inmediato supo que eras tú quien lo dominaría. La primera vez pensé que sería pasajero, dije: "Pronto dejarás de tener la llave", pero nunca te fuiste. Te quedaste estancado. Y mi corazón ya no puede sacarte, mi mente no puede dejar de pensarte y mis ojos no dejan de buscarte.

Podrías decirme que me tire de un puente, que cocine para ti, que te reemplace en el trabajo, que te haga tus tareas, e incluso que mate a una persona, y lo haré.

Porque así es mi amor por ti, incondicional. Irreversible. Masoquista.

Quiero cambiarlo, y mi única opción factible era apartarme.

Y ya no sé qué hacer para alejarte, para alejarme, porque lo he intentado todo, he hecho hasta lo malditamente imposible por dejarte atrás, por hacer de todo esto un divertido recuerdo, para de esa manera contar en un futuro cómo es que enamore de mi mejor amigo y hasta ahí, sin más, una anécdota divertida de un amor no correspondido.

Sin embargo, esa anécdota que se supone es divertida, me hace sufrir constantemente de principio a fin.

Algo ocurre, algo haces, siempre acontece alguna situación que me hace pensar que mi amor por ti no se irá.

O me dices cosas lindas, o me acaricias el cabello, me abrazas o simplemente me sonríes, y caigo. Caigo muy profundo al abismo. Uno del que quiero huir desesperadamente.

Te odio por eso, pero no puedo evitar amarte.

El amor no debería ser un castigo. Pero supongo que yo hago de todo esto un martirio constante.



DANI

Ella || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora