• ʙᴀᴄᴋ ᴛᴏ ʏᴏᴜ • ʏɪᴢʜᴀɴ •

Capitulo 9

El retorcido científico de la nación Wen, RuoHan comenzó a probar una droga experimental que el mismo había desarrollado por años en los civiles seuestrados.

Al poco tiempo de ya haber inyectado este líquido distintas personas, éstas comenzaron a presentar extrañas formaciones en el cuerpo como grandes ampollas y el cambio radical en su aspecto relativamente saludable, sus pieles comenzaban a perder color y a liberar un repugnante olor a putrefacción.

Pero el principal inconveniente es que los hace perder totalmente el control, sus capacidades cerebrales se ven afectadas provocando que sean agresivos, pierdan la capacidad de hablar, escuchar y razonar ante estímulos externos.

Sólo responden con balbuceos y ataques hacía quien este cerca suyo.

Mejor dicho, aquella droga los convierte en zombies hambrientos.

Por lo qué Wen Ruohan y su equipo los mantienen encerrados aún en observación y atados para evitar algún tipo de accidente hasta quizás, encontrar una forma de revertir su "enfermedad" o almenos una forma de prevención contra esta.

Pero un día, cuándo uno de los miembros del equipo estaba intentando chequear los reflejos de una de estas criaturas con una linternita en sus ojos, éste fue alcanzado por sus fauses.

-¡Ah!¡Hijo de puta!.-Exclamó.-¡Ayuda!¡Ayuda!

-¿¡Que paso!?.-Exclamaron otros integrantes observando la situación.

-¡Este asqueroso me mordió!.-Apretaba una tela contra su herida.

-Déjame ver, hay que atenderte.-Le respondió.-Ah, no parece tan grave o eso creó.

-¡Me mordió idiota!¿Me tiene que haber arrancado un pedazo de carne para ser grave?

-Es más como un raspón, este tiene los dientes rotos por lo que las puntas estan afiladas.-Le respondió su compañero.-Ven, vamos a limpiarte y desinfectarte esto.

...

-Bien, esto ya esta curado asi que tomate lo que queda del día libre.

-Esta bien, dormiré un rato aquí y me voy a reincorporar al siguiente turno de la noche.-Le respondió el herido.-No tenemos mucho tiempo para holgazanear.

-Bien, vendré a verte para chequear que hayas tomado tus medicamentos.-Le respondió su compañero dejándolo descansar en la sala.

-Aish, trabajo de mierda...-Se quejó el herido.-Suerte que pagan bien.

Se acomodó en la cama para descansar un rato, le dolía mucho la cabeza.

...

Horas más tarde, su compañero fue a revisar que estuviese mejor.

-Hey, ¿Te sientes bien?.-Le preguntó.-Estas todo sudado y con fiebre.

-No, me siento pésimo...-Se le dificultaba hablar y su conciencia iba y venía debido a la fuerte fiebre.

-Voy a buscar unos medicamentos más fuertes.

-Gracias...-Respondió débilmente.

Su compañero fue en busca de los medicamentos y luego regresó.

-Venga, tomalos.-Le ayudó a llevar las pastillas a su boca.

El enfermo parecía prácticamente inconsciente.

-Vamos, tragalos...-Le dijo.-¡Ah!¿¡Qué haces!?

Su compañero había atrapado su mano entre sus dientes, al contacto con la sangre pareció re vitalizarse.

-¡Ah!¡Ayuda!.-Exclamó con horror.

Enseguida otros miembros del equipo se acercaron a ayudar.

Pero, una vez soltada su mano el enfermo atacó directamente a su cuello del cuál brotó muchísima mas deliciosa sangre revitalizadora.