veinte.

324 41 2
                                    

«Izuku»



-¡Kacchan!

-Ya te dije que no, deja de llorar.

Suelto una risotada, le doy el más grande de los pucheros para ver si así le puedo manipular al menos tantito y conseguir lo que quiero.

-Ni con tus pinches pucheros, manipulador de mierda, la cena es hasta las ocho y punto.

-¡Pero Kacchan-!

-Pero nada -dice, terminando de poner el tiempo en el cronometro, tapando todas las cacerolas y dándole un último vistazo al pavo-. Si quieres comer toma algo de la nevera y deja de llorar.

Suspiro grande, bajo la cabeza, voy camino fuera de la cocina. -No, ya no quiero nada.

Voy directo a la sala, echándome al sofá, prendiendo la TV y buscando alguna película para ver.

Doy vistazos de puro reojo para ver si Kacchan viene detrás de mí a rogarme por mi perdón y darme algo de comida anticipada pero.., entre más tiempo pasa, más se tarda él en venir...

¿Será.., que ya no me ama..?

Devuelvo mis ojos para el televisor, buscando una película triste porque estoy muy triste ahora yo también.

No es sino hasta que encuentro algo que doy una última vista de vuelta a la cocina, encontrándole allí, recargado en la pared y viendo acá atento.
 
 Devuelvo mi cabeza rápido al frente, cruzándome de brazos con toda la intención de que me vea.

-No puedes molestarte, Deku. No hoy, no en Noche Buena.

No le respondo, reproduzco la película, ni siquiera me giro a mirarle.

-¿Estás enojado de verdad?

Me toma un segundo no responderle.

Pero mi corazoncito no me lo permite, así que por lo menos me encojo de hombros.

-¿Por qué? ¿Porque no te dejé tomar nada de nuestra cena?

Me vuelvo a encoger de hombros.

Le escucho soltar una risilla, le escucho caminar también y le siento cerca luego de unos segundillos.

Llega acá, se tira al extremo del sillón, medio recostándose con su vista aún fija en mí, aun cuando yo no dejo de ver la película.

Podré verla pero si me pregunta de qué se trata, ni puta idea tendría.

-Oye.

-¿Mh?

-¿Me das un beso?

-No, así como me hiciste con tu comida.

Él suelta una risotada, mis ojos vuelan a verle de reojo, pero devolviéndose enseguida porque si lo veo directo voy a caer directo en sus garras.

-Entonces sí te enojaste.

-No, no estoy enojado.

-Entonces estás de chilletas.

Me encojo de hombros, me niego a verle.

Pero no me aguanta mucho la postura.

Nunca lo hace.

Esta vez no lo hace cuando él suelta una risilla, suspira, y dice-; Dios, qué puto llorón, toma.

De inmediato me giro a verle, trae en la mano una papita asada de las que justo quería robarle cuando fui a la cocina.

Suelto un gritillo, le tomo la papita cambray de la mano y al segundo la muerdo, dejándole un besito en los labios, sonriendo tan grande como puedo.

Siempre gano.

Missing Piece. |DKBK AU| [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora