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te miro y no veo nada.
voy tarde a clases, una llamada más de atención por eso y me van a suspender, no puedo darme el lujo de hacer eso, tengo exámenes muy importantes hoy, estudié mucho así que tengo que hacer valer ese esfuerzo. me estiro una última vez antes de levantarme de la cama para ir corriendo al baño y después cambiarme con lo primero que encuentro. ya lista, voy a la cocina a hacerme un café y ponerlo en un vaso que lo mantenga caliente, agarro unas tortillas y una medialuna que compré ayer, por suerte mi mochila ya la tenia lista, así que solo queda agarrarla y salir, inclusive guardé mis lentes allí anoche, me agradezco a mí misma por eso, ya que no siquiera lo recordé antes de salir.
al parecer hoy está todo a mi favor para llegar a tiempo, porque el transporte llega junto conmigo a la parada, no hay mucha gente así que puedo sentarme para repasar tranquila. el viaje no demora casi nada, veo la hora y me quedaban 10 minutos para entrar, sonrío por eso al notar que ya es mi parada, voy a llegar bien. me bajo en la esquina, cruzo la calle e intento que no se me caiga nada, llevo demasiadas cosas en las manos. mis lentes se iban cayendo por mi nariz, suspiro frustrada y levanto una mano para acomodarlos, tonta, no me doy cuenta que en esa mano tenía mi carpeta llena de hojas sueltas, porque seré tan desorganizada. cuando veo a la carpeta caer, me apresuro a agarrarla porque se volarian todas las hojas, la atrapo, pero mis lentes caen.
casi.
prácticamente agachada por mi esfuerzo de salvar la catpeta, miro la mano que sostiene mis lentes frente a mí, poco a poco alzo la mirada y puedo ver quien los salvó de la caída, la cual los iba a romper. me paro rápidamente al reconocerlo, me quito los mechones que caían por mis ojos para verlo bien, aunque bajo la mirada.
–Ten. –me extiende los lentes.
–Gracias. –respondo y los agarro rápidamente.
intento irme, pero agarra mi brazo.
–Brooke, hablemos. –río al escuchar su propuesta.
–Tu y yo no tenemos nada de que hablar, Jude. Tengo examen, no me hagas perder el tiempo. –me suelto de su agarre e intento seguir mi camino, pero se para frente a mí. –Basta, déjame en paz.
–Brooke, por favor. –suplica. –Es solo un segundo. Te quiero explicar.
–No, Jude. No lo digo de mala, realmente no hay nada de que hablar. –le digo ahora más calmada. –Ya pasó mucho tiempo y las cosas son distintas, no me debes ninguna explicación.
–Pero yo siento que sí.
suspiro frustrada, pero no por él. miro la hora en mi celular, 5 minutos para llegar, me está haciendo perder el tiempo que no tengo. ni siquiera sé de que quiere hablar, nosotros somos extraños hace mucho, él ya hizo su vida y yo la mía, así que no nos debemos nada.
–Jude, por favor, tengo exámenes que son muy importantes. Me quedan cuatro minutos para llegar a mi salón o sino me van a suspender, te lo ruego, no me molestes.
mira mis ojos buscando alguna señal de poder cambiar de opinión, pero no la encuentra, estoy muy preocupada por no llegar y no me interesa ninguna charla en este momento tan importante. finalmente se hace a un lado dejándome pasar. corro a mi salón, sin mirar la hora porque tengo miedo de que sea tarde, pero al parecer está bien, la profesora no llegó. ahora puedo respirar tranquila.
junto con Mary y Danna salimos a la vereda. ya hicimos todas las pruebas que debíamos, estamos exhaustas y con mucha hambre, en su caso, yo solo quiero ir a dormir a casa. me despido de ellas de una vez, no doy más del sueño así que me apuro en irme.
por suerte todo salió bien, en dos semanas me darán los resultados pero estoy segura de que respondí todo correctamente, así que por ese lado estoy relajada y sin preocupaciones, pero mi humor decae al ver a cierto chico apoyado en una reja a una cuadra de mi instituto. que molesto, por Dios, debería irme por otro lado para que no me vea, estoy con sueño y cero ganas de lidiar con él, no tengo por qué. ya pasaron tres años, en ese entonces teníamos casi diecisiete, ya estamos muy grandes para esto. sin darme cuenta, me quedé pensando parada, así que le di tiempo a notar que yo estaba ahí. tonta.
–Brooke, por favor. –me dice agarrándome del brazo, tratando de que no me fuera. –Hablemos.
–Tengo sueño, fue una mañana cansadora y cómo te dije, no tenemos nada de que hablar. Eso ya pasó hace tres años.
–Igual. Siento que te debo una explicación.
–Te equivocas. La explicación debiste dármela en ese entonces, ahora no me sirve de nada, ya ni siquiera te conozco. –mi frustración es evidente en mi voz. es que, si en ese momento no fue capaz de decirme un por qué, ahora no tiene que hacerlo. la herida fue hecha y ya está sanada. –Mira, como veo que no puedes con la culpa, te lo voy a decir; yo te perdono. ¿Contento?
–Pero...
–Te perdono, Jude. Lo que pasó hace años ya no me interesa, éramos muy jóvenes. ¿Te equivocaste?, sí, pero ya pasó, ya sané y aprendí a seguir, así que, por favor, no me pares con cosas que ya no tiene importancia para mí. –quiero sonar lo más amable posible, para que vea que no tengo ningún rencor. me molesta que ahora se aparezca y encima cuando estoy en un momento de tensión, pero no siento nada de rabia contra su persona, lo que pasó es historia vieja. él me mira incrédulo.
–No sabía que pensabas así.
–Es que sí. Tu explicación jamás llegó, en ese momento la necesitaba, sentí mucho dolor, pero ahora ya no, ni siquiera te recordaba antes de que aparecieras por aquí.
ya no me mira, ahora sus ojos están puestos en el piso.
–Jude, te lo juro, no hay ningún rencor. Ya puedes dejar de sentir culpa
–Es que no es culpa –me interrumpe, ahora suena molesto.–, te extraño.
lo que me faltaba. ¿me extraña? ¿qué horas son estas de aparecerse?
–Jude, no hagas esto, no lo hagas. Nosotros ya somos parte del pasado, no hay nada en el futuro.
–¿Acaso tu no me extrañaste?
–Al principio sí. –le confieso. –Pero ya no. Jude, voy a ser sincera contigo, ya no siento nada por ti. Ni enojo, ni amor, absolutamente nada. Tan solo eres una persona más del montón.
siento que estoy siendo un poco mala, pero necesita entender. así como él pudo irse a vivir a otro país sin siquiera avisarme, yo puedo serle sincera, aunque le duela la verdad.
nos quedamos en silencio, él parece contener lágrimas y yo las ganas de salir corriendo. estoy muy incómoda, cansada y aburrida de esto, me parece injusto que a estas alturas de la vida se aparezca.
–Lamento que esto te duela, pero yo no voy a mentir. Está todo bien, si algún día nos cruzamos, tal vez te salude, pero nada más. –no dice nada, tan solo permanece con la cabeza gacha. –Adiós, Jude.
es es mi última oración y me voy. la verdad, que incómoda situación, ojalá que no se sienta tan mal. aunque me lastimó en el pasado, no lo odio, fue importante en su momento así que no quiero que sufra.
me doy la vuelta a mirarlo por última vez y confirmar que lo miro y no veo nada.
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disfruten esta maratón. besos
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LOVER. jude bellingham
Fanfictionhistorias hechas con amor, sobre el dulce Jude Bellingham.