⚞First Steps⚟

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No puedes creer lo rápido que pasa el tiempo, parecía que solo unos días desde qué nuestro hijo vino al mundo en un día normal de marzo, para ser exactos un 9; pero ahora eran solo unos días antes de su primer cumpleaños y el pequeño estaba gateando por la casa, obligándote a vigilarlo en todo momento.

Siempre me preocupaba que pudiera lastimarse de alguna manera o subir a donde se suponía que no debía hacerlo.

-Está bien, mírame-Sonny mueve las manos para captar la atención del niño sentado a pocos pasos de él, su irremplazable peluche en sus manos y una sonrisa en la cara mientras mira a su padre.

-¿Estás buscando esto? bien, a la derecha... a la izquierda... ¡así!
-¿Qué estás haciendo-preguntas divertida desde el marco de la puerta mirando a los dos, el niño se ve muy divertido de todos modos.

-Le estoy enseñando a caminar-Sonny encoge de hombros antes de ponerlo de pie, sosteniendo sus manos y haciéndole dar un par de pasos con su ayuda.
-Sonny, todo a su propio tiempo-te ríes al volver a la cocina para ver la cena.

——

Los días pasan y es solo un poco de tiempo, solo un día y tu bebé cumplirá un año, sonny acaba de regresar de la práctica y has revisado todo por última vez para encargarte de los detalles finales de la fiesta del día siguiente.

-¿Qué falta entonces?
-Solo el pastel si no olvido nada
-Solo una cosa
-¿Qué? ¡Dios mío, dímelo!-se ríe de tu evidente pánico, pero para ti no es gracioso, quieres que tu hijo tenga un día inolvidable a pesar de que lo más probable es que no recuerde nada.

Pero las fotos se quedarán para siempre, sin embargo, organizar una fiesta trae muchas preocupaciones y muchas ideas.
Lo golpeas ligeramente en el pecho animándolo a hablar

-¡Dios mío! ¡Mira!-de repente su intento de burlarse de ti es abandonado por una expresión de puro asombro y alegría.

Cuando te das la vuelta, te das cuenta de por qué esa cara, tu hijo está de pie y aferrándose firmemente a la mesa de café frente a ti, salta arriba y abajo sobre sus piernas un par de veces sonriendo ampliamente.

Intentas decirle a Sonny que ha estado haciendo esto mucho últimamente, no para esperar demasiado, pero ya está de pie y acercándose al pequeño.

-Vamos, como te enseñé-casi le ruega, estirando los brazos y el niño lo mira saltando antes de quitar las manos de la mesa.

-¡Oh, sí! Sí, así-un niño emocionado el día de Navidad no le daría una vela a Sonny en ese momento y tú también estás emocionada si estamos siendo honestos, solo porque quieras estar con los pies en la tierra no significa que no sueñes con el día en que sucederá.

Y luego el pequeño finalmente da unos pasos hacia Sonny, tembloroso pero seguro al mismo tiempo, antes de perder el equilibrio y caer hacia adelante apoyando sus manos en el suelo.

-¡Beba! ¿Lo viste?-sonny está tan emocionado, incrédulo y feliz que no puede moverse durante unos segundos, completamente paralizado por demasiada emoción, sin embargo, de repente se rompe, y el bebé se encuentra en sus brazos, arrojado al aire y luego recogido por él, y la risa nunca ha sido tan fuerte en esa casa.

No hace falta decir que la fiesta de cumpleaños se convierte en un espectáculo de su hijo al día siguiente.

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𝖲𝗁𝗈𝗋𝗍 𝖲𝗍𝗈𝗋𝗂𝖾𝗌 𝗐𝗂𝗍𝗁 𝖲𝗈𝗇 𝖧𝖾𝗎𝗇𝗀-𝖬𝗂𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora