: : C A P Í T U L O N U E V E : :
WARHOLE m m a
—Emma— suspiró con cansancio, al tiempo que colocaba sus manos encima de las de su amiga —Tienes que ponerles una orden de restricción.
—No, no— dijo, meneando la cabeza con preocupación.
—Sí, Emma, sí— se mordió los labios, intentando detener las lágrimas que caían de picada por la piel de sus mejillas —No es posible que este sea el tercer ataque que recibes en el año. Y lo peor es que es la segunda vez en estos últimos meses que te topas con el sujeto que casi abusa de ti.
—¿Sí? ¿Y qué argumento voy a dar?— reclamó, separándose con rapidez del contacto de Gilda —¿Que él me ha estado acosando porque me seguía en Onlyfans? ¿Que yo ya busqué formas de alejarlo de mí y siempre regresa? ¿Que no tengo forma de ir a ningún lado para huir de él?— pasó sus manos por su cuero cabelludo —Gil, soy una prostituta, es lo que...
—¡No! Y sabes que no acepto que te llames a ti misma de esa forma— se acomodó sus lentes, y jugueteó tímidamente con sus dedos —Emma, es inconcebible. Dios, de no ser por... ¿Quién me decías? ¿Sandy?, Sí, de no ser por Sandy, probablemente ese hombre por fin habría logrado su cometido.
La ojiverde simuló haber ido a cambiar la estación de radio del pequeño dispositivo colocado quisquillosamente en el buró de la recámara de su mejor amiga, para así poder ocultar su sonrojo ante los ojos juzgadores de la mayor.
No quería mentirle, pero no le había quedado de otra. Si ella descubría que en realidad Ray había sido la persona que la había salvado, probablemente se iría para atrás.
"—No importa qué, y no importa si yo estoy siendo un idiota contigo. No voy a dejar que nadie más te haga daño, lo juro".
¿Era que ella ya estaba demasiado cansada y vencida por el alcohol? Ray no parecía ser del tipo de persona que hiciera esa clase de promesas tan al aire. Tampoco lucía como alguien capaz de ver a Emma más allá que como un simple bufón, lo cual habría sido argumento suficiente para dejar esa situación por la paz, antes de que ella misma se tirara de un acantilado intentando comprender lo que había pasado esa noche.
Y sin embargo, su cabeza no dejaba de convencerla que eso había sido real, y que de hecho, Ray le había dicho todo lo que había escuchado.
Aunque, para defensa de la propia pelirroja, no parecía que se lo estuviera diciendo a ella.
Parecía que se lo decía a alguien más.
—¡Emma!— se paró de la cama, sacando a la chica de sus pensamientos.
Ambas se vieron fijamente por un par de minutos, donde no había silencio alguno, pues la atmósfera era coloreada por Pass the nirvana de Pierce the veil, a un volumen que apenas y era audible para las dos jóvenes adultas presentes en la habitación.
—No va a haber forma que me convenzas de poner una orden de restricción— caminó hasta el tocador, cepillando su no tan largo cabello rizado.
—Eres demasiado terca— bufó —En fin... ¿Qué pasó con lo de Sandía?
Emma pareció reaccionar al nombre como si este fuera una bomba de tiempo que ella prentendía evitar.
—Nada...— contestó a secas —perdí la oportunidad, y todo por ser tan distraída.
—¿Ves? Te dije que no podías confiar en Violet— le regañó, obteniendo nada más que una mirada fulminante por parte de su mejor amiga —Ok, sí, creo que está de más mencionarla ahora. Pero Emma, dios, esto no es tu culpa.
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ʟᴀ ᴄʜɪᴄᴀ ᴅᴇʟ ᴏɴʟʏ ꜰᴀɴꜱ | ᴿᵃʸᵉᵐᵐᵃ
Fanfiction... " -Eres un maldito diablo- murmuró, incómoda. -Disculpa- acercó sus bancos -Mi trasero no pudo escucharte. -¡Que sí! ¡Sí, carajo! ¡Acepto tu horrible trato! -Vaya- se cruzó de brazos -Veo que entraste en razón y fuiste racional. -Cosa que tú no...