𝐘𝐎𝐔 𝐁𝐄𝐋𝐎𝐍𝐆 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐌𝐄 | Pedri González

Capítulo XV

Estábamos entrando en la casa de Ansu. Pedri se había ofrecido a traerme ya que no me acordaba de donde vivía. La casa estaba llenísima, habían globos  y cervezas tiradas en el suelo. Por el otro lado, había gente bailando como loca y bebiendo hasta no poder. Todo el mundo bailaba la música techno que había de fondo, no iba a negar que estaban poniendo unos temazos.

Mientras Pedri pasaba, saludaba a todo el mundo. Antes de eso, él me había agarrado la mano, y por eso, todo el mundo que le saludaba, nos miraban sorprendidos.

Y llego el rey de la fiesta, Ansu junto a Ferran.

—¡Hombre, habéis venido!—Chilló Ansu.

Los dos llevaban unas gafas negras junto una camisa abierta. Donde se lograba ver el abdomen. Ferran tenía todo el cuello manchado de pintalabios, a saber que estaba haciendo. No quiero imaginármelo.

—¿Lo dudabas?—Dije mientras Ansu me ponía un brazo en mis hombros.

—Anda, venid que os doy algo de beber—Iba a avanzar hasta que Pedri lo paró.

—No puedo beber nada, después tengo que conducir.

—No pasa nada, después conduzco yo—Habló Ferran, que se movía lentamente por los lados y se tuvo que sujetar de una mesa, porque estaba que se caía.

—Claro. Si tú conduces no llego viva a mi casa.

Ferran rió y empezó a moverse a la derecha, dirigiéndose a un grupito de chicas.

—¿Queréis Ferran? ¡Aquí tenéis un poco de Ferran!

Ansu se giró hacía él y suspiró agotado.

—Me voy con él, lo siento por esta bienvenida, Martina—Habló él quitando su brazo de mi hombro.

—No pasa nada, de lo poco que lo conozco, me lo imaginaba venir—Él esbozó una sonrisa y puso una mano en el hombro de Pedri.

—Bro, después hablamos. Ya sabes para qué—Le guiñó el ojo y se dirigió donde Ferran.

A Pedri se le puso la cara pálida, puso su mirada en otro lado que no era yo y abrió la boca para decir unas palabras.

—Mierda—Murmuró.

—¿Eh?—Al escucharme, su mirada volvió a mí y relajó su rostro.

—Eh... Nada, nada. Se me había olvidado una cosa, pero.... ya está. Venga, vamos arriba.

***

Pedri cerró la puerta del baño y empezó a acercarse poco a poco hacía mí. Me apoyé en la pared mientras él me sujetaba del cuello para acercarme más a él.
Juntó sus labios con los míos y empezó a moverlo suavemente, mientras yo movía mis manos en su pelo suavemente.
Puso una de sus manos en mi cintura y empezó a moverme hacía el lavabo, donde terminé sentada y Pedri de frente mía. Volví a besarlo pero ahora con más intensidad. Bajó la mano que tenía en mi cuello a mi muslo, lo que hizo que se me ericen los pelos de todo el cuerpo, hasta de los lugares que ni sabía que tenía. Bajó sus labios a mi cuello, justo donde mis pulsaciones, que vergüenza que las note, pero él las ignoró y empezó a besarme poco a poco el cuello.
Hasta que sonó su móvil, noté que en mi cuello murmuraba algo pero no sabía qué.
Su móvil seguía sonando, pero él seguía ignorándolo.

—Creo que deberías cogerlo—Dije, mientras él seguía besándome, pero ahora por la clavícula.

Él me ignoró, pero su móvil seguía sonando.

—¡Joder!—Dijo separándose de un golpe de mí. Miró su móvil y bufó—Tengo que irme, lo siento.

—Pero y...