Sabemos qué pasó antes del final y lo que pasó 19 años después, pero, ¿qué pasó en el medio?
Los personajes, salvo alguno que pueda crear, y la historia previa de los personajes fueron escritos por J. K. Rowling. El resto de esta historia viene comp...
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ESPERO QUE LES GUSTE
La guerra había terminado. Voldemort estaba muerto, no había más horrocruxes, Voldemort no podría regresar. Pero él no era el único muerto, obviamente muchos lo estaban. Harry sabía que no iba a pasar un día en su vida en el que no fuera a pensar en Fred, Tonks, Remus e incluso en Snape. Merlín sabe cuánto lo odiaba desde esa embarazosa primera clase de pociones, lo que se siente como eternidades atrás. Pero quién hubiera siquiera adivinado todo lo que ese hombre había arriesgado por la vida de Harry, por asegurarse que la mujer que más amaba no había muerto en vano.
Como extrañaba a Sirius, su padrino, la única familia que le había quedado. No es que no pensara en él, pero, viendo Hogwarts y las personas dentro completamente destrozadas, le era imposible no pensar en cómo hubieran sido las cosas si no lo hubieran matado esa noche en el Departamento de Misterios. Y recordar esa noche lo llevó a pensar en Dumbledore. El director al que tanto afecto le tenía. Un afecto, a los ojos de Harry, mutuo. Pero honestamente, ya no sabía qué pensar, cómo sentirse. Tenía muchos sentimientos encontrados y hasta cierto rencor. Tal vez, solo tal vez, si no el antiguo director no le hubiera ocultado su supuesto destino las cosas hubieran sido distintas. Él lo habría hablado con Ron y Hermione, Ron lo hubiera ayudado a no preocuparse mucho y Hermione hubiera investigado e investigado hasta hallar una solución. Tantas vidas se hubieran salvado.
Incluso si la suya no lo hubiera hecho, le gustaba mucho más ese posible escenario al que tenía a su alrededor. Los Weasley todavía tendrían a Fred, Ted tendría a sus padres. Teddy hubiera tenido todo lo que él no pudo, así que Harry se hizo una promesa: Teddy iba a ser feliz, él se iba a encargar personalmente de ello y de que sepa que sus padres lo amaron más que a nada y que lucharon para protegerlo y dejarle un mundo mejor, un mundo mucho mejor.
(***)
Ginny, en el destrozado comedor de Hogwarts, estaba pensando en Harry y cómo seguramente se sentía. Pensaba en que cuando lo viera le iba a decir que no estaba solo. Le iba a recordar que la tenía a ella, a sus amigos, a los Weasley, a su ahijado, que ellos eran su familia y que nunca lo iban a dejar solo.
Harry estaba con Ron y Hermione en el despacho de Dumbledore, pero ella no lo sabía y a pesar de que ya no estaban en peligro, no pudo evitar la preocupación por saber si él estaba bien. La señora Weasley miró a su hija y la cara de preocupación que tenía y decidió que era mejor sacarla un poco de su cabeza.
- Todo va a estar bien, ya vas a ver. La muerte de Fred – la voz se le cortó un poco al decir el nombre de su hijo - va a siempre ser una herida abierta, pero ya vas a ver que con el tiempo va a ir doliendo cada vez menos, hasta que sea soportable – sonaba más como si lo dijera para sí misma que para su hija, de lo que Ginny se dio cuenta, por lo que decidió abrazar a su mamá y permitirle llorar la muerte de su hijo. Unos minutos después, ya mucho más calmada, se separó de Ginny para tratar de decirle lo que quiso en primer lugar - Seguro Harry está bien, pero pasó por mucho estos meses para ser tan joven. Debe necesitar un poco de tranquilidad.
