CAPITULO 1

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Los pensamientos de Adhara eran un caos, ni siquiera el mejor lector de mentes podría captar alguno de ellos pero el pensamiento que resalta era ¿por qué?

¿Por qué su madre la trataba así?
¿Por qué la castigaba por eso?
¿Por qué tenía que irse con su padre y su estúpida familia?
¿Por qué su padre acepto?
¿Por qué ahora?
¿Por qué no antes?
¿Por qué no peleo por ella?

Eran algunas de las preguntas que venían a la mente de la pelinegra. Ella no había tenido contacto con su padre desde los siete años y no lo veía desde los cinco. Al momento de terminar el matrimonio con su madre, uno que, Adhara sabía muy bien que nunca fue por amor, el no peleó por su custodia, simplemente la dejó al cuidado de su madre con la promesa de escribirle diario y visitarla seguido.

Promesa que claramente no cumplió ya que las cartas rara vez llegaban y las visitas se acabaron en su octavo cumpleaños al cuál no se presentó. Día tras día la pequeña azabache se sentaba en su cama a pensar por qué su padre no iba a verla o tenía el descaro de contestar sus cartas las cuáles eran enviadas con bastante frecuencia pero sin respuesta alguna.

Al cumplir los nueve años su vida cambió por completo y su forma de verla también. La joven caminaba por el salón de la mansión Grindelwald con un vestido blanco muy pomposo para su gusto cuándo escucho la conversación que mantenían dos invitadas de su madre

—¿Vio las noticias recientes? — fue lo primero que escucho la pequeña, proveniente de una señora con cabello castaño y ojos verdes, una postura elegante y su voz con tono disgustado — Si, una vergüenza para la casa Black.—

Añadió la otra, que al contrario de la primera, llevaba una larga melena rubia y unos ojos azules juzgadores. Al oír su apellido y el de su padre decidió esconderse en una columna cercana para intentar escuchar la conversación que, aunque sabía que estaba mal deseaba tener noticias de su padre que llevaba años esperando.

—Yo siempre supe que ese insolente iba a traer desgracia a los Black desde que se reveló contra su familia y escapó con los Potter.— La niña rápidamente supo que hablaban de su padre, a pesar de no tener contacto con su padre, su madre se encargaba de manchar el nombre de su padre, contándole todas sus "insolencias" y "niñerías" pero solo aumentaba la admiración que la joven tenía por su padre y haciéndola sentir orgullosa de ser su hija.

Claramente esas mujeres no lo conocían por que su padre era un hombre increíble. Al no querer seguir escuchando lo que ésas señoras decían de su padre y no darle ninguna respuesta de como estaba, decidió ir a la mesa de bocadillos a comer los postres que su madre ordeno exclusivamente para ella.

Cuándo iba a tomar el primer pastelillo un rostro familiar llamó su atención, rostro al que rápidamente se reconoció como su padre, se apresuró a tomar el periódico de la mesa y leer su contenido.

"Sirius Black se vuelve a casar"

La niña quedó sorprendida, de hecho eso se quedaba corto para la reacción que tuvo la pequeña. Su padre había vuelto a casarse y lo que más la sorprendió fue con quién. Ella no tenía problema en que su padre rehiciera su vida pero no esperaba con quién lo hizo. Al lado de su padre se encontraba el hombre al que reconoció como su tío moony, su padrino y junto a ellos una pequeña que Adhara conocía muy bien y ahí se dio cuenta, la verdad que no quería aceptar y su corazón se oprimio ante el pensamiento.

Su padre había formado una nueva familia, familia a la cuál ella no pertenecía ni tenía lugar. Los ojos de la niña se llenaron de lágrimas, obstruyendo su vista para lograr seguir leyendo. Su padre tenía otra hija, esa era la razón por la cuál ya no contestaba sus cartas, ella ya no era la niña de sus ojos, no era su princesa la cuál prometió cuidar de cualquier monstruo o príncipe que quisiera llevársela de sus brazos. El tenía una nueva hija para proteger y la había olvidado a ella.

The Black LegacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora