PRÓLOGO

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Nada.

Era justo lo que se escuchaba en la mansión Grindelwald. Una lúgubre mansión alejada de miradas curiosas que podrían ver o escuchar lo ocurrido minutos antes.

En una de las habitaciones se encontraba el pequeño cuerpo de una chica acurrucado en el frío suelo. Con la vista nublada por las lágrimas que no se permitió soltar durante horas de agonía, la garganta adolorida por los desgarradores gritos que momentos antes eran lo único que se escuchaban en el tenebroso lugar, aún así si prestabas atención podías oír el eco de las súplicas de la joven. Ahí en medio de la noche, luego de horas de tortura por parte de su madre se encontraba Adhara Circe Black.

La descendiente de las dos casas más importantes e influyentes del mundo mágico yacía en el suelo frente a su madre. Amelia Circe Grindelwald, hija del mago más temido en la historia del mundo mágico. Viendo lo que le hizo a su hija sin emoción alguna en el rostro. Después de ser torturada por horas, Adhara levantó levemente y con dificultad su cabeza para observar a su madre. Aguantando sus lágrimas y sollozos por la ideología que se le había inculcado que llorar era para debiles.

—Madre...—un débil susurro se escapó de sus labios con un tono de suplica, Amelia la miró levantando su ceja al mismo tiempo que una sonrisa burlona se dibujaba en su rostro

—Mi niña.... te advertí que pasaría si me desafiabas— dijo con una falso puchero mientras le acariciaba la mejilla —pero tenías que desafiarme, tenías que parecerte tanto a tú padre — añadió con enojo apretando la mandíbula de la chica de diecisiete años mientras Adhara callaba un quejido que amenazaba por salir

—Mamá y-yo lo siento..... no era mi intención hacerte enojar—dijo mientras mordía fuertemente su labio para ahogar sus quejidos

—Pero lo hiciste — dijo duramente —ya me cansé de ti, te irás a vivir con tú padre a Grimhuld place y así aprenderás a comportarte, dejarás ilvermorny y empezarás Hogwarts con tú primo.

— No... por favor mami.. no me dejes con el yo — balbuceo antes de ser interrumpida por el impacto de la mano de madre contra su mejilla.

—¡Crees que estás en posición de contradecirme!? ¡Harás lo que yo te diga y sin quejarte!— le gritó antes de soltar bruscamente su cabeza y levantarse y salir de la habitación.

A causa del brusco movimiento Adhara casi cae de bruces al suelo, si no fuera por sus reflejos que pudo llevar sus manos hacia adelante y sostenerse causándole un fuerte dolor por lo adolorido que estaba su cuerpo. Se rindió en su intento de levantarse y se quedó allí, en el frío suelo durante horas pensando cómo sería su vida a partir de ahora.

Sólo esperaba tener una vida tranquila ahora que iría con su padre pero a fin de cuentas era una Black y ¿cuándo los Black han tenido una vida tranquila?




















































Sólo esperaba tener una vida tranquila ahora que iría con su padre pero a fin de cuentas era una Black y ¿cuándo los Black han tenido una vida tranquila?

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Holaaaaa!! Hace mucho no nos vos por aquí, pero oficialmente hoy The Black legacy es publicada nuevamente 💓

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