Mi libreta es mi fiel acompañante, anoto todo lo que mis compañeros realizan en su práctica deportiva, probablemente la próxima semana el docente me pida un análisis o resumen, se ve agotador tener que realizar deporte y a la vez... Tan divertido.
La última vez que realicé educación física con mis compañeros fue en 3° año de secundaria, aunque suene loco, extraños esos días, bromear junto a los demás.
—Mariam, ¿Cómo te sientes?
Sonreí un poco ante la voz de Milen, bajita cabello corto ojos y cabello castaño oscuro, su personalidad es tan descabellada y singular, gracias a su buen humor...es la única en la que confío.
—Un poco de dolor, pero estaré bien, no fue nada grave—Aseguro mientras le sirvo un poco de agua, sabía que ella nunca traía agua y a mí no me molesta compartirla con ella.
—¡Ja! Si como no, el que Adriana intenté empujarte por las escaleras sabiendo tu condición no es grave—Toma el vaso y toma un poco—No entiendo cómo puedes permanecer callada.
Me encojo de hombros—La codicia humana está argumentada para ser cobrada.
—Oye, esa frase no está nada mal, aunque en este caso sería: —Toma una pausa y se inclina más a mi odio para ser la única que le escucha pronunciar sus siguientes palabras —La naturaleza humana es el efecto, la negación. Y somos codiciosos por naturaleza.
—Mmm, supongo que tienes razón.
Observa al grupo a lo lejos, Alaska estaba con sus amigas conversando y riendo. Al igual que Janet y su amiga Valentina, sonrió un poco y sigo anotando en mi libreta mientras Milen charla con David o se va por allí a buscar a sus conocidos de otros grados.
Tarareo una canción en mi mente mientras marco un pequeño ritmo con mi lápiz al tomar pausas antes de seguir escribiendo. El calor es un poco sofocante a pesar de estar al aire libre, rápidamente y en cuestión de pocos minutos me pierdo entre mis pensamientos, el bullicio que provocan mis compañeros pasa a ser sordo, es tranquilo y relajante, sonrió un poco mientras termino de escribir las actividades de educación física que realizaron con una descripción propia de cada ejercicio.
Satisfecha con mi trabajo guardo todo, respiro profundamente antes de sonreír y mirar el cielo, azul completamente despejado, es una hermosa vista, el sonido de mi reloj provoca que por instinto alcé la muñeca para revisar, justo a tiempo para el cambio de clase. Me levanto teniendo cuidado con los movimientos en mi pierna izquierda, acomodo muy bien mi mochila y hago algunas señas a David sabiendo que es de los pocos que se preocupa por llegar tarde a la siguiente clase, Janet nota mi señal y la corresponde para saber que es consciente del tiempo, sin embargo, David es el único que se acerca a mí.
—Vamos.
Sonrió—Claro.
Comienzo a dirigirme al aula con David a un lado el cual termina de acomodar su uniforme y mochila.
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Mi Vida Desde Otro Ángulo
Short StoryPuede que una vida cotidiana no suene interesante. Pero cada persona tiene sus diferencias en cuanto al enfrentar los retos y dificultades. El contar una historia puede sonar como un cliché, pero si lo miras desde otro ángulo, notarás que no es así...