Inosuke resopló con molestia, ¿cómo era posible que Tanjiro fuese tan paciente y pudiera mantenerse calmado frente al espantoso berrinche que hacía Zenitsu?
¿Por qué era ahora? Ni idea, para ser honestos, hacía mucho tiempo que había comenzado a ignorar los ridículos motivos que el rubio expresaba, le molestaba, le molestaba mucho que no pudiera encontrar otra forma de resolver las cosas que no sea llorando; no estaban en preescolar, podía usar un poco más el cerebro.
Y sí, estaba consciente que él mismo no era el ser más brillante del bachillerato o quien más hiciese uso de dicho órgano, pero se sentía lo suficiente confiado como para decir que de vez en cuando ponía a funcionar las neuronas que tenía.
Pero sin duda, lo que más le molestaba era que Tanjiro accediera todo el tiempo y le diera lo que quisiera, porque estaba seguro que eso sólo lo hacía peor.
Giró los ojos y dedicó una fugaz mirada al par a unos pasos de él, Monitsu tiraba una y otra vez del uniforme de su amigo mientras lloraba con los ojos llenos de gruesas lágrimas, ese par de ojos dorados tan bonitos que Inosuke se había encontrado admirando hacía un tiempo, cosa que jamás admitiría en voz alta.
Después de interminables minutos finalmente sus oídos descansaron de tales lloriqueos, miró con pesar e incredulidad cómo Zenitsu era llevado en la espalda de su amigo, quien ofrecía una amable sonrisa a Inosuke en un vago intento por apaciguar el evidente enojo que éste tenía plasmado en el rostro.
—¿Se te rompieron las piernas o por qué te lleva en su espalda?— cuestinó ¿molesto? Sí, molesto. ¿Por qué? Ni él lo sabía. Podía decir que por la vergonzosa escena que se había montado el de ojos dorados, pero iba más allá incluso.
—Estoy cansadito, tuve deportes y me duelen las piernas, Tanjiro se ofreció amablemente a llevarme hasta el dormitorio— murmuró en respuesta, abrazándose al castaño con fuerza mientras sorbía su nariz.
—¡Mentira! Lloraste como un bebé llorón hasta que te dijo que sí— sus ojos se posaron en sus amigos, los entrecerró enfocando con molestia al de ojos borgoña—Te culpo a ti, Kopanjiro, sus berrinches son tu culpa porque lo conscientes mucho— sentenció tomando con fuerza su mochila para encaminarse hacia su dormitorio sin decir nada más.
✨✨✨
—¡Pero no quiero dormir solito! ¿Y si un fantasma me come mientras duermo?— la aguda y penetrante voz de Zenitsu llenaba la habitación entera mientras se aferraba a Tanjiro como si la vida se le fuere en ello.
—No te va a pasar nada, Zenitsu, además estamos en el mismo dormitorio, somos 3 contra 1 en caso de que aparezca un fantasma— Tanjiro suspiró, de nuevo, sentándose al filo de su cama llevando consigo al rubio. —Por favor, anda a dormir
¿De quién había sido la brillante idea de ver películas de terror?
De Inosuke, por ello se odiaba más que nunca a sí mismo en ese instante. Creyó que sería divertido ver la expresión de horror en el rostro de su rubio amigo, pensó que sería una buena forma de vengarse por todos los berrinches y lloriqueos que se veía obligado a soportar diariamente.
Pero no, no contaba con que se volteara todo en su contra y que después de 2 horas de haber visto la película, Zenitsu siguiera llorando y haciendo drama. ¿Cómo conseguiría dormir de esa manera? Tenía un examen al día siguiente, no es como que le entusiasmara demasiado pero había estudiado por primera vez y no quería que fuese en vano.
—Tienes que cuidarme, Tanjiro y cantarme canciones de cuna para que pueda dormir, te lo suplico.
El de cabellos oscuros miró desde su cama muy molesto. Todo el mundo sabía que esas películas no eran reales, incluso las que tienen la leyenda "inspirada en hechos reales", eso no es más que una horrible mentira para llamar la atención, pero a Zenitsu eso no le importaba al parecer y seguía insistiendo en que un fantasma se lo iba a comer, mientras sacudía a Tanjiro esperando que éste acceda de nuevo a su petición de dormir con él.
Inosuke bufó ante la idea de Kopanjiro accediendo y durmiendo abrazado al de ojos dorados. Se frotó los ojos bruscamente antes de volver la vista al par en la cama del otro extremo de la habitación.
—No puedo Zenitsu, mañana tenemos un examen importante, necesito descansar bien y la última vez que dormiste en mi cama me tiraste y me dejaste sin cobijas, no dormí nada. Tienes que ir a tu cama a dormir por esta vez.
Tanjiro suspiraba mientras acariciaba muy paciente los rubios cabellos de aquel bebé llorón, esos sedosos y brillantes cabellos que Inosuke ansiaba acariciar y desordenar, tal como su castaño amigo hacía juguetonamente o con delicadeza, sentir esa cercanía y familiaridad, esa calidez que emanaban sus amigos estando cerca uno del otro. Pero él no era así.
No era paciente ni amable, tampoco era juguetón o sensible como el tonto de Kopanjiro. No tenía la tolerancia que su amigo para soportar las rabietas y los llantos del rubio, ni siquiera estaba ahí a su lado lloriqueando y aún así sentía esa urgencia por callarlo de un golpe antes que le reventaran los tímpanos.
Apretó los puños y respiró profundo sintiendo las venas de su frente marcarse con furia cuando un chillido muy agudo lo sacó de su ensoñación. Usualmente Tanjiro lograba calmar al llorón, dándole la razón o negociando con él, pero por algun motivo hoy parecía que estaba dispuesto a acabar con la paciencia de todos, incluyendo la de su amigo, pues todas las soluciones que le brindaba refutaba y empeoraba.
Inosuke sentía en su interior crecer la frustración y conociéndose bien, no sabía cuánto más podría soportar aquella infantil rabieta sin sentido.
—¡No! Me niego a irme a la cama solito, me niego totalmente a dormir así.
—¡Ya callate!— gritó con exaspero, enfocando sus ojos esmeraldas en el rostro enrojecido y húmedo del menor —No tienes 5 años. ¡Los fantasmas NO existen! No van a venir a comerte en medio de la noche. ¿Crees que porque eres lindo y adorable y tienes ojos bonitos y una sonrisa hermosa puedes resolver lo que quieras portándote como un bebé berrinchudo? ¡Pues no! ¡Ya déjanos dormir!
No supo en qué momento el llanto se había calmado, pues tras decir aquello, se había metido bajo las cobijas dándoles la espalda, ignorando el par de miradas incrédulas.
—¿Crees que soy lindo?— tras varios gloriosos minutos en silencio, sintió una delgada figura colarse en sus cobijas, abrazándose a su espalda y hablarle al oído.
Reconocía aquella voz, lo haría incluso a kilómetros de distancia. No estaba seguro si era la cercanía o el que repentinamente había caído en cuenta de sus propias palabras momentos atrás, pero su rostro estaba teñido de un vergonzoso rojo.
—Cállate, yo no dije eso.
—Sí lo hiciste, yo te escuché y Tanjiro también— murmuró con voz melosa, causando un extraño cosquilleo en el estómago del pelinegro.
—¡Que no! ¡Vete a dormir!— exclamó casi con desespero, encogiéndose ligeramente. Por alguna razón, las pequeñas manos de Zenitsu aferrándose a su abdomen no se sentían mal.
—¿Entonces sí puedo dormir contigo?
—Sólo si ya te callas.
—Está bien— sonrió victorioso —Yo también creo que eres lindo— murmuró con voz soñolienta enterrando el rostro en la espalda ajena.

ESTÁS LEYENDO
Lindo [Inozen] [Oneshot]
Fanfic1. Miedoso 2. Llorón 3. Insoportable 4. Lindo 5. ¿Qué? ✨✨✨ ✨Kimetsu no Yaiba ✨Historia boyxboy (yaoi) ✨InoZen (Inosuke x Zenitsu) ✨AU, Fluffy(?) ...