Cap 1: Calma ante de la Tormenta

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Fuego... Lo que siempre me representó fue el fuego.

(Este es el aspecto de este Bell, si, en este fic toca Bell trapo

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(Este es el aspecto de este Bell, si, en este fic toca Bell trapo.)

Uno bondadoso, protector y que brindaba a mis personas cercanas, un calor reconfortante.

Pero si me hacían enojar... Jajajaja, soy un pesado y capaz de destruir todo con tal que se disculpen.

Algo así como a mí mamá que una vez ví como mí tía le robó un dulce y ella hizo un cataclismo con tal de que ella se disculpara.

Nunca vi a mí madrastra Alfia tan asustada y arrepentida como ese día.

¡Y mamá sí que da miedo cuando se enoja!

Es tan inusual verla enojada, pues por lo que siempre ví y viví con ella, simplemente mamá miraba siempre lo bueno.

Voy a extrañar estar con ellas dos.

Pues actualmente estoy cerca de Orario, estuve de camino aquí desde hace una semana.

El viaje fue tranquilo y me ayudó a acomodar algunas ideas.

¿Eh? ¿De por qué estoy yendo a Orario?

¡Fácil! Mí tía me mandó aquí para "forjarme" o algo así, aunque creo que hubiera sido más fácil decir que me volviera más fuerte.

Aparte que quería alejarme de unos problemas pesados que comenzaron ya hace un año con mamá.

Ella está muy enferma, desde hace un año que mayormente se la pasa reposada en la cama, según lo que sé, mí tía y mamá nacieron con una enfermedad que lentamente la consumía a ambas.

Volviéndolas más débiles, aunque mí tía logró encontrar una solución temporal.

Mí mamá se llevó la mayor parte de esa enfermedad.
Y ella era un poco más débil que mí tía, así que fue la más afectada.

Mí tía aún así decidió que yo me fuera a Orario para evitar que yo la pasara fatal.

Pues ¿A qué niño le agradaría ver cómo su madre se va muriendo de a poco?
Aparte que me hizo la promesa de que ella misma conseguiría alguna cura y que la mantendría con vida.

Al inicio me negué, pero ella prácticamente me obligó a venir hasta acá.

"Cuídate y no te olvides de mandarnos cartas cada semana comunicando como estás... Y... Recuerda cual es la misión de los Zakriel"

Y cuando estaba por irme, ella me tomó del brazo y me abrazó... Casi reventando varias de mis costillas.
Quería decirle que me dolía, pero era raro que la tía Alfia demostrará demasiado sentimientos, emociones y afecto.

...

¡Bien! ¡Dejemos las cosas del pasado a un lado y centremos nuestra atención en el presente!

- Sigue usted, señorita. - Habló uno de los 4 guardias que custodiaban la entrada oeste de Orario.

Danmachi: La Flama InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora