Una parte de crecer

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Ayer decidí ir a mi café favorito.
Me quedé pasmada
cuando encontré tu mirada.
En ese momento recordé
que podrías estar ahí,
pero, decidí quedarme, aun así.
Te acercaste sin titubear,
y qué sorpresa fue
verte atendiendo mi mesa,
pero aún mayor fue
que al mirarte no me quebré.

Me hablaste con la confianza de siempre,
vestido de esa ternura
que, viniendo de ti, he de admitir
me cuesta mundos digerir.

Dime, ¿Te diste cuenta
de que tu mirada aun brillaba?
¿Podría ser que todavía me extrañaba?
Creí oír tu voz quebrada,
me encontré incapaz de corresponder,
aunque por eso no pediré perdón.
No quise hacerlo,
coincidir contigo esa ocasión.

Noté la abismal lejanía
entre tu mirada y la mía.
Hoy agradezco al tiempo y la distancia
por extinguir
lo que por ti llegué a sentir.

Me tomé un momento y respiré
sin saber cómo debía recibirte.
Estaba en mi derecho de desquitarme
por el dolor que me hiciste vivir,
Aun así, opté por ser amable sin languidecer.
Espero entiendas, es parte de crecer.

Comenzaste a hablar sin frenos,
desde mi asiento pude oler tus nervios
Al menos lo intentaste,
ocultar lo evidente:
respiración cortada,
manos temblorosas,
sonrisa incómoda.
Suspiraste al escucharme
y sostenerme la mirada,
como si nada hubiera pasado.
No era para menos,
sabiendo cuánto nos quisimos.

Por un segundo,
me pregunté a mí misma:
¿Es esto hipocresía?
No, simplemente ya no influías
en mí como aquellos días.

Al darme cuenta de que no sentía nada,
sonreí con sinceridad.
Aquel vacío que un día dejaste
se hizo presente al verte,
pero ya no sentía
el torbellino de antes.
Mi corazón ya no te pertenecía;
es que, ese día, lo recuperé.




~~ el café estaba delicioso y verte no fue tan malo como esperaba, aún así espero no volverte a encontrar~~

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