I Hate Loving You - Vincenzo Cassano

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Mis pupilas se dilataron, mi respiración se acelero y mi piel se erizo como si sus dedos recorrieran mi piel como en el pasado, mis dedos hormigueando. Al darme cuenta de mi estado y del pequeño susurro de su nombre que se escapó de entré mis labios intenté calmarme, estaba exhausta por el viaje y abrumada por encontrarme con su presencia tan rápido

Decidí levantarme, dispuesta a irme del lugar, necesitaba aire y relajarme pero al segundo paso que di su mano con delicadeza me detuvo, no me atrevía a mirarlo, sabía que al hacerlo concretaría su presencia y no podría fingir que solo era producto de un par de copas de vino aunque no estaba borracha en lo absoluto.

-Bella? Bella stai bene? Cosa stai facendo qui? - su voz, su voz me estaba volviendo loca, ese diminutivo de mi nombre, cada palabra saliendo de esos labios que un día me amaron, me estaba enloqueciendo la forma de susurro en la que me habla, tan encantador como siempre, pero no me atrevía a soltar palabra ni mucho menos mirar su rostro por mucho que lo necesitaba.

Me mantuve en silencio, mi vista evitando su cuerpo y cara, aunque no por mucho ya que él tomo mi rostro entre sus manos, alzando mi cara y por inercia cerré los ojos al sentir su tacto en mi piel cálido y para mí suave.

-Bella mírame, mírame por favor dolcezza.- decía en susurro, se que no quiere asustarme ni ponerme más ansiosa de lo que ya estoy así que poco a poco me fui calmando y mi respiración volvió a la normalidad.

Suspiré con fuerza liberando el aire contenido en mi, deje de estar rígida y me relaje en sus manos inclinado mi cara en un de ellas, abrí mis ojos lentamente.

- mio caro... no quiero estar aquí.- por razones que no me molestaré en indagar mis barreras siempre caen cuando se trata de él, él y solo él es mi debilidad, toda mi, la fuerte yo, intimidante, tenaz, exigente, dominante se va, por qué no necesito serlo con él.

- Está bien - suavemente quito sus manos de mi cara haciendo que de inmediato pudiera sentir su calidez abandonando mi piel y siendo reemplazada por la fría brisa dándome un escalofrío.

Volteé a ver qué estaba haciendo, tomó su saco y le dijo al bartender que pusiera su bebida y la mía a su cuenta regresando así de inmediato a mi lado poniendo su mano en mi cadera, esa sensación tan conocida para mí, como si sus manos, él fuera sido hecho para encajar conmigo.

Solté nuevamente un suspiro, tenerlo tan cerca era encantador y a ver lo he tenido tan lejos por tanto tiempo fue una tortura para mí.

- Vamos, te llevaré a mi departamento, podremos hablar tranquilamente ahí - dijo mirándome a los ojos, yo asentí dejándome llevar por él, por qué con él se que estoy segura que no tengo que estar alerta cuando el está conmigo.

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Viencenzo POV

Estaba manejando camino a mi departamento, ella me dio las llaves de su auto para no dejarlo en el bar, ya que yo no llevé el mío.

Espero que no interfiera ningún inquilino en mi camino, no quería incomodar a Mirabella ni crear situaciones cuestionables.

Pase mi mano por mi cabello y la mire de reojo rápidamente para volver mi mirada a el camino, la pude notarla ansiosa a mi lado, se que fue una sorpresa para ella verme y que no se lo esperaba, yo tampoco me esperaba encontrarla ahí, pensé que sería un día común, finalizado con un par de copas encima y durmiendo en mi cama solo.

Suspiré y le tendí mi mano, en señal de que la podía tomar, pude sentir su mirada en mi por unos segundos pero aún así la tomo, entrelazando nuestros dedos, acaricie con mi pulgar su mano sintiendo como se tranquilizaba.

- ¿Cariño, estás bien? - pregunté, usando el español que ella misma me había enseñado y siguiendo con las caricias en su mano y llevando la misma a mi boca para dejar un pequeño beso en el dorso de ella.

- Si, solo que no me esperaba verte tan pronto - dijo suavemente, mirándome.

- Lo sé Bella - cambie la marcha del carro aún sin soltar su mano. - Yo tampoco pensé que nos veríamos tan pronto, aunque no me quejo, supongo que Pagano te digo que estoy aquí - dije lo último con un poco de gracia y una pequeña sonrisa ya que era obvio que su segundo le informo.

- Tampoco me molesta verte Vincenzo, lo sabes - hablo siendo ella está vez quien acaricio mi mano con su otra mano libre.- Y si, estás en lo cierto como siempre corazón, Dante me informo de tu estadía aquí. Y no te preguntaré quien te dijo que venía para acá, es muy obvio para mí - dijo soltando una pequeña risa, por consecuente yo sonreí, me encanta su risa, me encanta ella.

Soltando su mano, pare el carro. - llegamos Amore

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Listoooo, nuevo cap, corto si, pero más largo que los anteriores