I Hate Loving You - Vincenzo Cassano

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Su padre había organizado una cena familiar, invitando a la -cercana para ellos- familia Cassano. Y ella se encontraba contenta y de un poco curiosa, estaba feliz de ver de nuevo después de la última cena que ,sucedió hace ya hace bastante, a su Tío, o bueno, al que ella consideraba su Tío. Por otra parte curiosa y talvez un poco ansiosa por el hijo adoptivo de su Tío Fabio, al que nunca tuvo el placer de ver, el recientemente nombrado consigliere, ella siempre demaciado ocupada para asistir a una reunión a las que su padre iba y él estaba presente.

Suspiro, en una mescla de cansancio y alivio, por una parte cansada por haber llegado hace apenas 6 horas de Brasil, en dónde tuvo que concretar un negocio con algunos socios de la empresa y alivio por no tener que lidiar con el hijo biológico del italiano, ya que, para ella resultaba insoportable, maleducado y sin modales, más de una vez tubo que acudir a escarmiento por amenaza para que el hombre la dejara en paz, aparte de las muy incómodas miradas que él le daba. Gracias a los dioses y a su arma siempre guardada en su pierna bajo sus elegantes vestidos ese hombre nunca intento tocarla más haya de lo permitido por ella o ya tendría un agujero entre ceja y ceja.

Tomo un mechon de su cabello café ondulado y lo puso detrás de su oreja, soltando
otro suspiro mientras miraba las botellas de vino en la bodega de vinos a la cual su padre mando a buscar una antes de la llegada del asiático, puesto que su tío ya se encontraba ahi.

No podía negar que su mente estaba algo distraída por la curiosidad por el chico Cassano, a su padre, sorpresivamente, le caia bien aquel individuo y eso solo hacia despertar más su deseo de conocerlo.

Salió inmediatamente de sus pensamientos al chocar con un cuerpo al doblar una de las estanterías, haciendo que la botella de sus manos resbale y que ella tropieze.

Cerro los ojos, esperando la sacudida de caer contra el piso y el sonido de la botella rompiendose. Sin embargo, estos no se escucharon, y a cambio sintió un brazo deslizarse por su espalda y una gran y cálida mano posarce en su cadera, susteniendola con fuerza suficiente para que no callera pero no suficiente para lastimarla, abrió los ojos sintiendo su respiración agitada por el susto chocar contra el pecho de la persona que la sostenía.

Alzó su vista -oh, que error- inmediatamente se dió cuenta que la persona que la sostenía estaba muy cerca y por inercia poso sus manos en los hombros del contrario buscando estabilidad, lo miro a los ojos encontrándose con unos oscuros ojos rasgados, suspiro -que atractivo por Dios- inmediatamente se obligo a reaccionar y separarce del desconocido,del que se daba una idea de quién era.

Los dos habían salido de la hipnotización causada por los ojos del otro.

-scusami, ero distratto.- puede que se encontrará cansada y confundida, pero no iba a ser grosera con quién la salvó de una buena caída y una botella rota por lo visto, ya que se dió cuenta de la misma en la mano del muy atractivo hombre frente a ella, al cual solo pudo darle una repasada rápida, para volver a sus ojos,los cuales le miraban serios pero con un pequeño brillo de diversión que ella noto.

-Va tutto bene signorina, stai bene?.- pregunto sonriendo un poco, por un demonio, cómo es que podía hacer tan atractivo ese pequeño gesto.

- si, sono perfettamente. - dijo mientras pasaba instintivamente su lengua entre sus labio, soltó una pequeña risita.- Tutto bene signore? - pregunto, ladiando su cabeza un poco a la derecha

- Lo sono, calmati.- estiró su mano en la que se hayaba la preciada botella de su padre, que, casi rompió.- esto te pertenece.

Tomo la botella soltando un pequeño gracias

- Soy Mirabella de Rosa, supongo que eso ya lo sabe usted ¿ O me equivoco Señor Consigliere?.- con una juguetona sonrisa en su rostro decidió disipar su duda.

El hombre frente si, dió un acentimiento

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Bastante corto,lo admito, pero es solo un vistazo a el pasado, específicamente cuando nuestros protagonistas se conocieron