—Diablos Jimin, ¿estás bien?.—decía acercándose.
—Sí...no me lastime…—dije algo nervioso.
—¿Seguro?, Sabes que ahorita mismo podemos ir a checarte.—
—No te preocupes estoy bien…—dije ya más tranquilo.
—Porque nunca me diste tu número, antes de venir a Seúl fui a buscarte cercas de ese antro.—
Escuchar eso me hacía que mi corazón late.
—Bueno... perdón...no sabía…—dije algo nervioso y sonrojado.
—Ey tranquilo, me alegra verte de nuevo.—decía sonriendo.
Al estar cercas, mi estómago empezó a rugir.
—Oh, creo que tienes hambre. Por qué no me dejas invitarte a comer.—
No sabía que contestarle, me ponía nervioso estar cercas de él. Escucharlo hablar, verlo tan guapo en ese traje negro con sus mangas remangadas y ver sus tatuajes.
Aaaaaay todo esto de las hormonas me tendrán loco.
—Entonces.... ¿qué dices Jimin?—
—Si está bien... pero necesito dejar mi carro.—
—Puedes dejarlo aquí, hablaré con los de seguridad y cuidarán de él.—
—Está bien.—dije sonriendo.
Me ayudó a recoger mis cosas y las metió a su carro, ver ese carro me trae recuerdos que hicieron que me sonroje.
Ya era de noche, claro que no íbamos a encontrar un restaurante abierto, pero vimos una tienda 24 horas.
Entramos y se me antojaban muchas cosas.
—Quiero ramen, ¿tú quieres algo Jimin?.—
—Sí.... quiero un ramen picoso y una malteada de chocolate, con alguna fritura o mira venden banderillas... también quiero eso.—
—¿No has comido?…—decía sonriendo.
—No... bueno casi no me da hambre.—
—Entonces te compraré todo eso.—
Nos encontramos en su carro comiendo eso. No sabía como decirle que iba a ser papá, no quiero que piense mal o que pueda decir que ese hijo no es suyo.
—Me alegra verte de nuevo Jimin, ¿entonces trabajas también en el hospital?.—decía mientras comía.
—Sí... estoy en el área de pediatría.—
—Valla, mañana operaré a un pequeño.—
—¿Enserio?.—
—Si, se llama Dylan.—
—Ohh... yo soy su doctor de pediatra.—
—¿Eres el doctor Park.?.—decía sonriendo.—Porque sí…me arrepiento de no ir antes.—
—Sí.... entonces ya avisas escuchado antes mi nombre.—
—Jin…—
—Oh...—me puse nervioso, espero que Jin no le diga sobre mi embarazo.—Ya es tarde tengo que irme.—
—No irás a ningún lado Jimin, iré a dejarte yo.—
Me gustaba ver su sonrisa, en el hospital solo lo veía de lejos y me gusta admirarlo.
Después de un rato llegamos a mi departamento.
— Gracias por traerme Jungkook.—
— No es nada Jimin, vendré por ti en la mañana.—
