Capítulo 1
Un día como cualquier otro (aún con la guerra y todo), la princesa Julieta se acercó a su padre a hablarle.
Narra Julieta:
-Papá, estoy harta enserio, deberían parar esto de una buena vez -mi papá solo puso los ojos en blanco y me miró sin interés absoluto en lo que decía, eso dolió-. Y la verdad, es que esto no es bonito. Ya casi se cumplen 9 meses desde que esto empezó, y es horrible. Hasta me da miedo asomarme a la ventana porque cada que lo hago hay incendios o sangre corriendo por ahí -lloriquié-. ¿Porqué no lo acuerdan con paz de una vez por todas?
-Hija, eso es imposible. Para ganar las cosas a veces hay que pelear, si no, ¿Cuál es el sentido de todo esto?
-A veces no entiendo como podes ser así.
-¿Así cómo?, ¿Vencedor?, ¿Competitivo?
-Ambicioso -dije seria-. Matar gente no es un juego. ¿Cuál es la gracia? No tiene sentido. A veces me gustaría que todo sea como era hace unos años atrás, cuando era más niña. Recuerdo que una vez hasta jugué a las escondidas con el principe Marcos y la princesa Constanza en una cena, fue tan divertido, al final Coti ganó y Marcos se cayó en las escaleras al querer picarla... -mis labios se ovalaron. No podía evitar sonreír al recordar esos bellos recuerdos de mi infancia y sobretodo si era con ellos.
Mi papá me miró serio, parece que no le gustaba que hable de ellos.
-¿Y? -fanfarruneó enojado.
-Ah, perdón, me re fui. Decía que, tantas cosas lindas vivimos juntos, y ahora nuestras familias están peleadas, no tiene sentido. ¿Porqué no dejar esto y ya?
-Todavía no entendes nada, mi querida Julieta. Cuando crezcas me vas a entender y me vas a dar la razón.
-No lo creo.
-Como digas -se levantó de su asiento y se fue.
Me quedé sola en la pieza. Parada ahí en el medio como si nada. Me arriesgué a mirar por la ventana, creí que de nuevo habría de esas escenas violentas que veía casi todos los días en mi vida cotidiana desde hace casi 9 meses. Pero no, esta vez se veía mas tranquilo.
-Se ve que hoy no atacaran -dije en voz alta y me retiré de allí.•
Y, adivinad quién se encontraba en Missueres recostado en su cama boca abajo pensando en que hacer, así es, Marcos.
Dicen que cuando extrañas algo que pasó con alguien, tal vez lo que en realidad extrañas es al recuerdo, no a la persona. Y en ese momento Marcos estaba pensando en lo vivido con Julieta, Coti y otros niños que había por ahí. Pero igual, esa frase no aplica para todos, ¿o si?
Marcos tenía ganas de llorar. Se levantó de su cama y caminó hacia su mesa de luz, y agarró su álbum de fotos de cuando era niño. Miraba con mucha atención cada página, apreciaba cada momento, giraba las hojas con mucha delicadeza y casi se le cae una lágrima.
En una de esas, ve una foto que no veía hace mucho, y hasta que nisiquiera recordaba. Una foto de él con un niño, que casi ni se acordaba de quien era. En la foto el niño lo abrazaba con un brazo por detrás del cuello y con la mano del otro brazo hace "✌", mientras solo Marcos sonreía tímido, hasta parecía que fue obligado a sacarse la foto.
El niño se le hacía muy familiar, demasiado. Pero Marcos no llegaba a recordar con exactitud quien era ni porque estaba con él en el palacio si nisiquiera era un miembro de la realeza como lo eran Coti o Julieta. No entendía nada.
El chico era castaño de ojos celestes, unos muy hermosos y atrapantes ojos celestes, el pelo enrulado, de cuerpo chiquito y delgado. Era muy bonito, muy tierno, de hecho eso fue lo primero que pensó Marcos cuando lo vio en la fotografía.
Pero él seguía sin recordar quien era.
Marcos no le dio mucha importancia y solo siguió pasando las páginas, se detuvo al ver una foto de él y las chicas, y solo sonrió. De verdad las quería mucho.
Terminó de ver el álbum completo, y cuando estaba por cerrarlo, una fotografía cae del folio del álbum. Estaba como escondida.
Marcos la tomó y la vio. La cara que puso era increíble. Abrió la boca y se la tapó con la mano de lo sorprendido que estaba.
Y, ¿Qué era? Una foto del niño de antes con una mujer que parecía ser su mamá tirada en el piso. Había fuego al rededor, las llamas casi los cubrían completamente. Se veía que el niño lloraba, con la cara y ropa
negros por el humo, tocándole el hombro a su mamá como esperando a que despierte.
Entonces Marcos recordó parte de esa noche, esa noche en la que empezó todo. Recordar los gritos y los llantos le daba dolor de cabeza. Él tenía tan solo 8 años, ¡8 años! No recordaba TODO con exactitud obviamente, pero si gran parte.
Venían a su mente las imagines de su papá gritando, el rey Romero tirando todo, el rey Poggio gritandoles a los otros dos reyes y reinas "¡Volveré mas fuerte en unos años y les declararé la guerra a ambos, canallas!", el incendio que luego se creó, su mamá abrazandolo y volviendo a su reino en caballo, y más momentos así..
Cabe aclarar, que algunas cosas como la edad o lo de las dos esposas del rey Xavier son inventadas, no se tomen todo lit.
Marcos ACTUALMENTE EN ESTA HISTORIA tiene 22 años, pero la guerra empezó cuando él tenía 21, porque el rey Poggio dijo que volvería pronto, o sea, antes ya venían con bombardeos y eso pero recién se declaró como 12 años después oficialmente la guerra.Gracias x apoyarme :D
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No quiero a la princesa/Margus
Fantasiaun poco muy gay y tratando de convertir una trama algo típica en el mundo de la lectura en una no tan típica y con un poquito más de drama, amor y amistad. que lo disfruten :)