🧁06🧁

175 25 5
                                    

Louis y harry se encontraban en la sala de hornos terminando de decorar los pastelitos para esta tarde.

Esta sería la primera vez de Harry yendo al hogar, y era muy especial para él, se sentía fortunado de que el castaño le dejé compartir un momento tan íntimo en si vida. Harry es consiente de lo que significa el hogar para Louis una vez que lo hablaron, por lo que no podría estar más feliz.

En éste momento el castaño se encargaba de mostrarle a Harry cómo decorar los pastelitos, cuáles iban con qué crema, debido a que algunos niños era intolerantes a la lactosa, no se podían cometer errores.

"Recuerda que debemos hacer cuatro con la crema celeste en los únicos cuatro pastelitos de chocolate sin lactosa, la crema rosa y el pastelito de vainilla es con lactosa, no puedes usar la rosa en los de chocolate". Movió hábilmente la muñeca para enseñarle al pequeño como debía hacer.

"Perfecto, lo tengo". Sonrió.

Harry hizo los cuatro de chocolate, y en lo que el hizo cuatro, Louis hizo unos diez normales. Aunque lo hizo lento, quedó conforme con su resultado.

Amor siguieron con su labor, a Harry le costó un poco más, pero entendió los movimientos que tendría que hacer para la próxima.

"Tu tia llamó para avisar que hoy había un niño nuevo, se llama Harvey. Cuando un niño nuevo llega, a los pastelitos le ponemos un vela y chispas. Y como también eres el nuevo, lo harás tú" le sonrió.

Harry tomó el pastelito para empezar a pasar la crema rosa por el bollito de masa.

Inconscientemente, sacó un poco la lengua, posandola en su labio de arriba.

Louis podría derretirse de la ternura al ver a un tierno rizado concentrado en hacer su mejor trabajo, poniendo las chispas y una pequeña vela blanca.

🧁

Harry y Louis entraron al convento con un bandeja de pastelitos cada uno. Una hermana les había abierto la puerta principal y saludó a Louis con mucho cariño, la señora mayor con cuerpo rechoncho y un hábito pulcramente planchado los acompaño hasta la zona en la que estaban los niños y niñas.

Louis lo guío hasta la cocina para llevar los bollitos de masa y déjalos encima de la barra.

"No te asustes si se te tiran encima, es normal" dijo Louis, y sonrió con cierto brillo en sus ojos, uno que Harry nunca había notado.

Salieron se la cocina para ir hasta el patio, muy grande, con columpios y toboganes con unos veinticinco niños y niñas jugando.

"¡Louiiiis!" Dijo una niña que tenía pecas en su cara y el pelo rojo fuerte.

"¡Hola Cindy!" Louis se agachó hasta su altura y la abrazó.

Todos los menores empezaron a acercarse a los jóvenes.

Los pequeños no se dieron cuenta de que había un chico más que otras veces.

Pero Harry no tuvo tiempo en hacerce notar, estaba encantado viendo la situación frente a él. Viendo como el castaño abrazaba y sonreía con todos los menores que se acercaban a él, les preguntaba cómo iba su día, que habían aprendido, entre otras preguntas. El rizado veía la escena frente a él con una sonrisa plasmada en el rostro.

Louis de verdad se preocupaba por estos niños, los veía con amor, les daba amor, los brazaba, les decía palabras de aliento a los más adolescentes que no estaban teniendo un muy buen día.

El Chico de los Pastelitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora