Capítulo II

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Capítulo 2
1292 palabras

Ace y Sabo eran los dos hermanos mayores por dos años, mientras que Luffy tenía 14 ellos tenían 16. Ambos recibieron sus cartas de Hogwarts al mismo tiempo sientiendose afortunados de poder compartir clases, bueno, más que todo era Ace quien se sentía de esa manera al poder copiarse de su hermano rubio en las materias teóricas cómo Astronomía.

Los dos hermanos mayores se sentían alegres, ¡Por fin su pequeño azabache podría ir a iniciar el camino hacia su sueño! A pesar de que el interés y las ganas de Luffy de ir a aquel instituto fueran monumentales, se negó a qué sus hermanos le contarán el funcionamiento y anécdotas dentro de la escuela siendo que quería descubrirlo todo por su propia cuenta. Sabo y Ace respetaron su decisión a tal grado de que el menor aún no sabía exactamente cuántas casas habían dentro de Hogwarts ni el porque sé dividían, lo poco que sabía era por parte de su abuelo Garp quien después de retirarse del ministerio de magia como auror se volvió maestro.

Ahora mismo los tres se encontraban en el callejón Diagon buscando todo lo que Luffy necesitaría para su nuevo año escolar. El nivel de emoción del pequeño era tan inmenso que no paraba de correr de vitrina en vitrina por las empedradas calles de aquella zona comercial. Pegaba su frente al ventanal de cada tienda que veía poniendo sus brillantes ojos negros como si fueran estrellitas de algún videojuego del mundo Muggle. Ace lo seguía de cerca en orden de que no se perdiera entre toda la multitud de estudiantes que estaba allí para comprar sus útiles escolares. Sabo trataba de seguirles el paso mientras pensaba a dónde ir primero.

Para mala suerte de Ace, Luffy logró divisar a lo lejos en una de las vitrinas una pequeña rana con capa que parecía estar cantando. Tal parecía que desde su niñez el pequeño azabache tenía una fascinación por criaturas raras e interesantes, ya fueran sujetos con un dedo y ojo extras o animales que actuaban como humanos. Sin ninguna clase de aviso el chico de las sandalias y el sombrero de paja salió corriendo con esperanza de poder ver de cerca la rana cantora.

Ace quien había volteado para checar dónde estaba Sabo, entendió que el rubio trataba de decirle que primero fueran a conseguir los libros siendo que era el lugar más cercano con el cual era mejor empezar.

— Ah Luffy, Sabo dice que vayamos por... — Volteó para encontrar que estaba hablando con la nada misma — Mierda.

Luffy avanzaba a paso rápido y ligero hasta que chocó con alguien. Podía jurar que acababa de chocar con alguna piedra porque ¿Quién demonios tendría el cuerpo tan trabajado que se sentiría de esa manera?

— Fíjate por dónde vas — dijo con molestia un chico de cabellos verdes y tez un tanto morena.

— Oh, lo siento — dijo restándole importancia con su característica risa, a simple vista aquel chico le había despertado curiosidad pues era fuerte pero de una u otra forma se veía de la misma edad él.

— Uh... Umm oye, ¿De casualidad sabes dónde queda Ollivanders? — el peliverde preguntó en voz baja con incomodidad.

Luffy se quedó pensando por un momento.

— Nop, no realmente pero mis hermanos deben saber. Acompáñame. — el pelinegro le regaló una de sus mejores sonrisas antes de empezar a buscar con la mirada la melena rubia de su hermano mayor.

El chico robusto sencillamente asintió mirando también a los lados.

— También, ¿Sabes si aquí las paredes o calles se mueven por su cuenta? Ya sabes... Con lo de la magia esa. —Luffy miró al extraño con confusión, de todas las veces que había estado en el callejón nunca había visto las paredes moverse, ¿Qué clase de pregunta extraña era esa?

¡One piece en Hogwarts! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora